Un dron de origen ruso se estrelló y explotó en un campo de maíz en el este de Polonia, un incidente que las autoridades polacas han calificado como una "provocación" por parte de Rusia. El suceso ocurre en un momento delicado, coincidiendo con las conversaciones de paz para el conflicto en Ucrania.
El ministro de Defensa polaco, Władysław Kosiniak-Kamysz, declaró que el objeto volador, identificado como un dron ruso, representa una nueva provocación de Rusia hacia los países de la OTAN. "Rusia nos está provocando una vez más", afirmó Kosiniak-Kamysz, subrayando la gravedad del momento dado el contexto de las negociaciones de paz. El ministro de Asuntos Exteriores, Radosław Sikorski, añadió que la principal misión de Polonia dentro de la OTAN es la defensa de su propio territorio, y que las continuas violaciones del espacio aéreo desde el Este confirman esta necesidad. Polonia ha anunciado que presentará una protesta formal por la violación de su espacio aéreo.
El incidente tuvo lugar en la aldea de Osiny, en la provincia de Lublin, al este de Polonia, a unos 100 kilómetros de la frontera con Ucrania y 90 kilómetros de Bielorrusia. La explosión, que ocurrió alrededor de las 2 a.m. del 20 de agosto de 2025, causó daños materiales, rompiendo ventanas en algunas residencias cercanas, aunque afortunadamente no se reportaron heridos. En el lugar del siniestro se encontraron restos de metal y plástico quemados, formando un cráter de aproximadamente 6 metros de ancho. Las autoridades polacas han informado que el dron podría ser una versión rusa del modelo Shahed, desarrollado en Irán. Estos drones, conocidos por su capacidad de ataque a larga distancia y su uso en enjambres, han sido utilizados en diversos conflictos, incluyendo la guerra en Ucrania.
Este suceso se produce en un contexto de elevada tensión en Europa del Este, marcado por la guerra en Ucrania y las recientes actividades de la OTAN. Hace unos meses, la OTAN desplegó cazas Eurofighter alemanes en respuesta a la actividad aérea rusa cerca de la frontera rumana, lo que evidencia la vigilancia constante en la región. La incursión de este dron en territorio polaco, un miembro de la OTAN, subraya los riesgos de que el conflicto ucraniano pueda tener repercusiones más allá de sus fronteras, afectando la seguridad de los países aliados. La OTAN ha expresado su preocupación por las repetidas violaciones del espacio aéreo de la alianza por parte de drones y misiles rusos, calificando estos actos de "irresponsables y potencialmente peligrosos".
Expertos militares sugieren que incidentes como este podrían ser una forma de "prueba de fugas" de los sistemas de defensa polacos, destacando la importancia de mejorar la vigilancia aérea, especialmente cerca de las fronteras. Rusia, por su parte, mantiene su postura de que las discusiones sobre seguridad que no la incluyen son "un camino hacia la nada". El incidente también evoca recuerdos de noviembre de 2022, cuando un misil cayó en un pueblo polaco cerca de la frontera ucraniana, causando dos muertes, aunque en esa ocasión se determinó que fue un misil ucraniano desviado.