El 15 de agosto de 2025, varios buques de Gas Natural Licuado (GNL) pertenecientes a la "flota fantasma" de Rusia reanudaron sus viajes desde las instalaciones del proyecto Ártico LNG 2 hacia el norte de Asia, navegando a través de la Ruta del Mar del Norte. Estos movimientos, protagonizados por los buques Iris y Voskhod (anteriormente conocidos como North Sky y North Mountain), representan un desafío directo a la efectividad de las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea, poniendo a prueba la determinación de Washington para hacer cumplir sus restricciones comerciales en el sector energético ruso.
El proyecto Ártico LNG 2, operado por Novatek, es crucial para los planes de Rusia de triplicar sus exportaciones de GNL para 2030. Sin embargo, el proyecto ha enfrentado obstáculos significativos desde la imposición de sanciones occidentales tras el conflicto en Ucrania, incluyendo la escasez de buques cisterna especializados y restricciones tecnológicas. En respuesta, Rusia ha desarrollado una "flota fantasma" de cientos de buques, con una inversión estimada de 10 mil millones de dólares desde 2022, empleando tácticas de evasión como el cambio de nombre y registro, y la transferencia de carga. La reanudación de operaciones por parte de los buques Iris y Voskhod, ambos sancionados por EE. UU., subraya la capacidad de adaptación de Rusia para mantener sus flujos de exportación de energía a pesar de las medidas restrictivas, evidenciando la compleja dinámica geopolítica y económica que rodea las exportaciones energéticas rusas.