El 20 de noviembre de 2024, el presidente chino Xi Jinping y el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva se reunieron en Brasilia para fortalecer las relaciones bilaterales, firmando casi 40 acuerdos centrados en el comercio, la tecnología y la protección del medio ambiente.
Durante la reunión, el presidente Xi enfatizó la importancia de esta asociación, afirmando: "Este es otro momento histórico en el desarrollo de las relaciones entre China y Brasil" y expresó la disposición de China para convertirse en el "socio dorado" de Brasil.
El presidente Lula expresó optimismo sobre el futuro de la asociación, afirmando que "superará todas las expectativas" y abrirá una nueva fase de cooperación.
La visita de Xi sigue a su participación en la reciente cumbre del G20 en Río de Janeiro y en una cumbre de APEC en Lima, Perú. Su presencia destacada en estos eventos contrasta con la del presidente saliente de EE. UU., Joe Biden, quien se acerca al final de su mandato.
China se ha convertido en un socio comercial crucial para Brasil, con un comercio bilateral que superó los 160 mil millones de dólares el año pasado. Brasil exporta principalmente soja y otras materias primas a China, mientras que importa electrónica, vehículos y productos farmacéuticos a cambio.
Mientras Lula busca redefinir las relaciones exteriores de Brasil tras la presidencia de Jair Bolsonaro, pretende equilibrar los lazos con EE. UU. mientras fomenta conexiones con países como China y Rusia.