El 12 de octubre de 2024, China anunció un aumento significativo en la emisión de deuda gubernamental, que asciende a 2.3 billones de yuanes (aproximadamente 325.5 mil millones de dólares), destinado a apoyar a los gobiernos locales, a los ciudadanos de bajos ingresos, al mercado inmobiliario y al capital de los bancos estatales. El Ministro de Finanzas, Lan Foan, afirmó que este programa de ayuda es el más grande desde la crisis financiera global de 2007-2008.
Durante una conferencia de prensa en Pekín, Lan enfatizó la urgencia de las medidas, citando fuertes presiones deflacionarias y una caída en el mercado inmobiliario. Señaló que el país implementará más 'medidas contracíclicas' para impulsar su economía, que enfrenta desafíos debido a la débil confianza del consumidor y a una excesiva dependencia de las exportaciones en un contexto de tensiones comerciales globales crecientes.
Junto con la emisión de deuda, cuatro de los bancos estatales más grandes de China anunciaron una reducción en las tasas hipotecarias, que entrará en vigor el 25 de octubre de 2024. Estas reducciones buscan aliviar la carga hipotecaria sobre los propietarios y estimular el mercado inmobiliario en dificultades, reflejando aún más los esfuerzos del gobierno por reactivar el crecimiento económico.
El anuncio se produce tras una reunión de septiembre de los líderes del Partido Comunista, que indicó una mayor urgencia para abordar los crecientes desafíos económicos. Los mercados financieros han estado monitoreando de cerca estos desarrollos, ya que los inversores expresan preocupación por la capacidad de China para cumplir con su objetivo de crecimiento económico para 2024.