El 8 de octubre de 2024, buques de guerra rusos y chinos llevaron a cabo misiones conjuntas anti-submarinas en el noroeste del océano Pacífico, marcando un desarrollo significativo en la cooperación militar entre ambas naciones. Esta operación es parte de una iniciativa más amplia tras su participación en los ejercicios navales Beibu/Interaction 2024 celebrados en septiembre.
La Flota del Pacífico rusa informó que un grupo táctico de buques maniobró para establecer una formación defensiva contra posibles amenazas submarinas. El ejercicio involucró grandes destructores anti-submarinos de Rusia, incluidos el Admiral Panteleyev y el Admiral Tributs, junto a buques chinos como los destructores Xining y Wuxi, la fragata Linyi y el buque de suministro integrado Taihu.
Aunque no se divulgó el cronograma de estos ejercicios, se espera que las operaciones fortalezcan las capacidades navales de ambas naciones y consoliden su asociación estratégica en la región de Asia-Pacífico. Esta colaboración se produce en medio de tensiones crecientes en la zona, lo que la convierte en un punto de interés para las dinámicas de seguridad global.