El 6 de octubre de 2024, Keir Starmer enfrentó un revés significativo cuando su jefe de gabinete, Sue Gray, anunció su renuncia solo tres meses después de la victoria del Partido Laborista en las elecciones generales del Reino Unido. Gray asumirá un nuevo rol como enviada del primer ministro para las naciones y regiones del Reino Unido, según confirmó un comunicado de Downing Street.
Esta renuncia se produce en medio de conflictos internos y crecientes críticas dentro del Partido Laborista sobre las estrategias políticas de Starmer. La salida de una figura tan clave plantea preocupaciones sobre la estabilidad y unidad de la administración de Starmer, que son cruciales para enfrentar los desafíos que enfrenta el Reino Unido.
Las implicaciones de este cambio de liderazgo podrían resonar más allá del Reino Unido, ya que podría afectar la capacidad del Laborismo para implementar su agenda y responder a problemas nacionales e internacionales urgentes. Los observadores estarán atentos para ver cómo Starmer aborda esta turbulencia interna y si esto impacta en la efectividad de su gobierno.