En una audaz iniciativa para combatir el cambio climático, los científicos están explorando un Sistema de Parasol Planetario (SPP), una estructura masiva basada en el espacio diseñada para reducir la cantidad de luz solar que llega a la Tierra. El proyecto, liderado por Marina Coco de la Universidad Politécnica de Turín, tiene como objetivo estabilizar las temperaturas globales a través de un enfoque novedoso de geoingeniería solar.
El parasol no está destinado a orbitar la Tierra como un satélite típico. En cambio, se posicionará en el punto de Lagrange L1, aproximadamente a 2,36 millones de kilómetros de la Tierra. En esta ubicación, la radiación solar mantendrá el parasol alineado, proyectando una sombra constante sobre nuestro planeta. Este uso innovador de la física permite que el sistema funcione durante períodos prolongados sin necesidad de grandes cantidades de propulsor.
Antes de desplegar un sistema a gran escala, los investigadores han diseñado una misión precursora utilizando un CubeSat 12U. Esta pequeña nave espacial probará tecnologías críticas, incluidos materiales de blindaje óptico especializados y propulsión de vela solar. La misión también probará sistemas de control autónomos y vuelo en formación de naves espaciales, esenciales para coordinar los miles de componentes necesarios para un parasol planetario completo.
La misión tiene varios objetivos cruciales. Probará si los materiales de blindaje óptico especializados pueden sobrevivir al duro entorno espacial durante largos períodos. La misión demostrará la vela solar como un método de propulsión viable. Esta técnica de propulsión sostenible sería esencial para mantener la posición y orientación de un parasol a gran escala sin agotar las reservas de combustible.
Esta misión de prueba, con un costo estimado de 10 millones de dólares, representa una inversión relativamente modesta en tecnología potencialmente revolucionaria. Los investigadores planean utilizar oportunidades de lanzamiento compartido para reducir los costos. Esta misión es un primer paso crucial en el desarrollo de capacidades de intervención climática basadas en el espacio.
Los datos recopilados refinarán los diseños, validarán las tecnologías y evaluarán la viabilidad de utilizar sistemas basados en el espacio para abordar el cambio climático. El éxito podría conducir a misiones de demostración más grandes y sistemas operativos. A medida que los enfoques tradicionales luchan, soluciones innovadoras como los parasoles planetarios pueden volverse cada vez más importantes para mantener un planeta habitable.