La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) continúa progresando significativamente con su Proyecto de Energía Superficial por Fisión (FSP), una iniciativa clave para establecer un sistema de energía nuclear confiable que respalde la presencia humana sostenida en la Luna. En enero de 2025, Westinghouse Electric Company recibió un contrato de la NASA y el Departamento de Energía de EE. UU. (DOE) para seguir desarrollando un diseño de microrreactor espacial dentro de este proyecto. El FSP se enfoca en la creación de reactores de fisión nuclear compactos y generadores de electricidad que proporcionarán a los astronautas una fuente de energía independiente en la superficie lunar y para futuras misiones. Este esfuerzo se basa en trabajos anteriores, como el proyecto Kilopower, y es supervisado por el Centro de Investigación Glenn de la NASA en Cleveland.
En junio de 2022, la NASA y el DOE seleccionaron a tres socios industriales: Lockheed Martin, Westinghouse e IX (una empresa conjunta de Intuitive Machines y X-Energy). Cada socio recibió contratos por aproximadamente 5 millones de dólares para desarrollar diseños iniciales del sistema FSP, con el objetivo de fundamentar las actividades posteriores del proyecto y preparar una misión de demostración lunar. El sistema FSP está diseñado para suministrar al menos 40 kilovatios de potencia eléctrica, cantidad suficiente para alimentar continuamente unas 30 viviendas durante una década. Esta capacidad es esencial para apoyar misiones de larga duración en la Luna y Marte, especialmente en áreas donde la energía solar es poco confiable debido a las largas noches lunares o a regiones permanentemente sombreadas. La NASA mantiene su colaboración con los socios industriales para perfeccionar el diseño del sistema FSP, con la vista puesta en una misión de demostración lunar a principios de la década de 2030. La necesidad de una fuente de energía robusta y constante es fundamental para la exploración lunar. Las noches lunares, que duran aproximadamente 14 días terrestres, presentan un desafío considerable para los paneles solares, haciendo de la energía nuclear una solución indispensable para mantener una presencia humana continua y para operar en regiones permanentemente sombreadas, donde se cree que existen recursos valiosos como el hielo de agua. La energía de fisión ofrece una alta densidad energética y operaciones resilientes las 24 horas del día, los 7 días de la semana, posicionándose como la tecnología principal para futuras bases lunares y misiones tripuladas a Marte. Este avance representa un paso deliberado hacia la independencia energética más allá de la Tierra, con implicaciones que resonarán mucho más allá de una sola misión. La NASA posee una rica historia en el uso de tecnología nuclear para la exploración espacial. El proyecto Kilopower, precursor del FSP, comenzó en octubre de 2015, liderado por la NASA y la Administración Nacional de Seguridad Nuclear del DOE. Un hito clave de este proyecto fue el experimento KRUSTY (Kilowatt Reactor Using Stirling Technology), que demostró la viabilidad de los sistemas de energía de fisión para aplicaciones espaciales. Históricamente, la NASA ha utilizado sistemas de energía de radioisótopos (RPS) durante décadas para misiones en el espacio profundo, pero los sistemas de fisión ofrecen una mayor potencia, permitiendo misiones científicas y de exploración más ambiciosas. El primer reactor de fisión estadounidense lanzado al espacio fue el SNAP-10A en 1965, marcando el inicio de una era de aprovechamiento nuclear para la exploración del cosmos. El desarrollo y despliegue exitoso de esta tecnología de fisión superficial es vital para establecer una presencia humana sostenible en la Luna y facilitar la futura exploración de Marte. La capacidad de generar energía de manera confiable, independientemente de las condiciones ambientales, abre nuevas posibilidades para la ciencia, la industria y la expansión de la humanidad en el sistema solar.