La carrera espacial global se está intensificando, con avances significativos de países como China y Rusia, junto con un aumento en las iniciativas espaciales comerciales. Este panorama en evolución, impulsado por inversiones privadas e innovaciones tecnológicas, presenta oportunidades sustanciales para mejorar las capacidades militares. Los líderes estadounidenses y las naciones aliadas están desarrollando actualmente estrategias para la integración comercial, lo que requiere más que una inversión financiera; un enfoque proactivo en la gestión del espectro es esencial para la colaboración entre agencias federales y operadores de satélites comerciales.
El presidente Biden ha identificado el espectro de radiofrecuencia como un recurso nacional crítico. La Estrategia Nacional del Espectro tiene como objetivo garantizar un acceso adecuado al espectro para las misiones federales, centrándose en cinco bandas de espectro que totalizan 2,786 megahercios para un estudio a corto plazo. Notablemente, 1,275 megahercios del espectro en estudio están en la banda X, crucial para las operaciones SATCOM militares de EE.UU. y sus aliados.
A pesar de que el Departamento de Defensa (DoD) se está moviendo hacia capacidades en órbita baja, los satélites geosíncronos heredados siguen siendo vitales, lo que plantea vulnerabilidades. Para mejorar la resiliencia, es imperativo integrar las capacidades comerciales con las operaciones federales. Esta integración complica el cálculo de objetivos de los adversarios al tiempo que proporciona opciones adicionales para las fuerzas estadounidenses y aliadas.
En la reciente Conferencia Spacepower 2024, Rebecca Cowen-Hirsch de Viasat enfatizó la necesidad de una mayor integración de los servicios comerciales con las capacidades militares. La constelación Global Express de Viasat ejemplifica cómo los operadores comerciales pueden proporcionar servicios confiables en los espectros federales. Sin embargo, persisten desafíos, ya que algunas empresas han tenido que presentar solicitudes de espectro fuera de las jurisdicciones de EE.UU. o de la OTAN.
Las asociaciones público-privadas innovadoras, como las que involucran a XTAR, Hisdesat y el MOD España, demuestran el potencial de combinar las fortalezas comerciales y militares para alcanzar objetivos comunes. La Armada de EE.UU. está trabajando actualmente para integrar estas capacidades comerciales en sus operaciones para mejorar la resiliencia y responder a la creciente demanda.
El Teniente General Guetlein ha enfatizado que se requiere un cambio fundamental en el enfoque de EE.UU. hacia las operaciones espaciales, subrayando la colaboración más estrecha con socios comerciales e internacionales. Esta dinámica en evolución marca un cambio significativo en el enfoque estadounidense hacia el espacio, especialmente en tiempos de crisis.
Compartir el espectro federal con proveedores comerciales presenta beneficios mutuos, fomenta la innovación y mejora la seguridad nacional. El compromiso de EE.UU. con la integración comercial podría consolidar su liderazgo en la exploración espacial y la tecnología a nivel global.