El Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS), un componente clave de la misión de la NASA para devolver a los humanos a la Luna después de más de 50 años, podría ser cancelado. Según el periodista espacial Eric Berger de Ars Technica, las posibilidades de que esto ocurra son de al menos un 50%. Esto se refiere a todas las modificaciones de la cohete, desde el Block 1 inicial utilizado en la misión Artemis I no tripulada en 2022, hasta las configuraciones más potentes Block 1B y Block 2.
Aunque no se han tomado decisiones oficiales, el informe de Berger plantea serias preguntas sobre la viabilidad de continuar financiando el proyecto. Los problemas de larga data con el SLS incluyen sobrecostos de varios miles de millones de dólares y retrasos significativos. La exadministradora adjunta de la NASA, Lori Garver, ya ha calificado el proyecto como inviable.
El SLS se ha convertido en un tema de controversia política. Su presupuesto ha superado las previsiones en 6 mil millones de dólares, y la implementación se ha retrasado más de cinco años. El exadministrador de la NASA, Michael Griffin, caracterizó el programa Artemis durante las audiencias del Congreso como demasiado complejo, increíblemente costoso y una amenaza para la seguridad de la tripulación.
El lanzamiento inaugural del SLS en el marco de la misión Artemis I en 2022, aunque considerado exitoso, planteó nuevas preocupaciones. La nave espacial Orion sufrió daños, lo que pone en duda el envío seguro de astronautas a la Luna en el futuro.
Los problemas de infraestructura complican aún más la situación. El costo de una de las torres de lanzamiento para futuras misiones ha aumentado a 1.8 mil millones de dólares, y la configuración Block 1B que desarrolla Boeing está significativamente retrasada.
Además, el SLS es un cohete de un solo uso, lo que significa que se deben construir nuevas etapas para cada misión subsiguiente, lo que hace que su operación sea extremadamente costosa. Esto contrasta fuertemente con el sistema Starship completamente reutilizable de SpaceX, que la NASA planea utilizar para Artemis III, la primera misión tripulada a la superficie lunar.
Si la NASA decide cancelar el SLS, la agencia podría tener que buscar alternativas. Berger sugiere que esto podría implicar lanzar la nave Orion utilizando los cohetes Falcon Heavy de SpaceX o Vulcan Centaur V de ULA.
Hasta ahora, no se han tomado decisiones y, según Berger, nuevos enfoques para implementar el programa lunar podrían surgir solo con una nueva administración estadounidense. Sin embargo, las presiones financieras y el éxito de competidores como SpaceX están obligando a la NASA a reevaluar sus prioridades.
Anteriormente, informamos que Artemis está amenazada debido a los costos astronómicos de la NASA.