La empresa británica Space Solar planea proporcionar energía solar desde el espacio a Islandia para 2030, lo que podría convertirse en la primera demostración mundial de esta fuente de energía renovable.
Anunciado el 21 de octubre, el proyecto se desarrolla en colaboración con Reykjavik Energy y la iniciativa islandesa de desarrollo sostenible Transition Labs. Para 2030, los socios tienen como objetivo lanzar una planta de energía espacial de demostración capaz de transmitir 30 megavatios de energía limpia a la Tierra, suficiente para abastecer aproximadamente 3,000 hogares.
El satélite pesará 70.5 toneladas, medirá aproximadamente 400 metros de ancho (incluyendo los paneles solares) y orbitará a altitudes entre 2,000 y 36,000 kilómetros.
Para 2036, los socios planean construir una flota de seis de estas estaciones solares espaciales, capaces de suministrar gigavatios de electricidad limpia a los usuarios en la Tierra las 24 horas, los 7 días de la semana, independientemente de las condiciones climáticas. Space Solar planea utilizar el Starship de SpaceX para los lanzamientos, con cada satélite siendo desplegado en un solo lanzamiento y diseñado de manera modular para permitir diversas dimensiones de las estaciones de energía espacial.
Según Space Solar, el desarrollo y la construcción de la estación piloto costarán alrededor de 800 millones de dólares. Se espera que el sistema produzca electricidad a un costo aproximadamente un cuarto del de la energía nuclear—2.25 mil millones de dólares por gigavatio—lo que lo hará competitivo con las fuentes renovables terrestres. A diferencia de los paneles fotovoltaicos y turbinas eólicas en la superficie terrestre, las estaciones de energía orbital no sufrirán tiempos de inactividad, una desventaja importante de las fuentes de energía renovables tradicionales. Generarán electricidad de manera continua, independientemente de la hora del día y las condiciones climáticas.
El equipo del proyecto está buscando actualmente lugares para antenas receptoras en tierra que recojan la energía transmitida en forma de ondas de radio de alta frecuencia y la conviertan en electricidad para la red eléctrica.
Varios países, incluidos Japón y China, también planean establecer plantas de energía en el espacio en los próximos años. En febrero, la empresa estadounidense Virtus Solis anunció planes para lanzar un demostrador basado en el espacio en 2027, que también dependerá del Starship y proporcionará alrededor de 1 megavatio para usuarios en la Tierra.