Google ha presentado una mejora sustancial en su inteligencia artificial de Google Earth. Esta nueva capacidad, bautizada como Razonamiento Geoespacial (Geospatial Reasoning), marca un hito al trascender las alertas de peligro genéricas para identificar con precisión las áreas e infraestructuras específicas que se encuentran en riesgo durante eventos naturales. Impulsada por una arquitectura basada en Gemini, esta innovación tiene la capacidad de correlacionar automáticamente capas de datos dispares, como simulaciones de inundaciones, mapas de densidad poblacional y esquemas de infraestructura, ofreciendo una respuesta de alta fidelidad sobre qué comunidades, redes eléctricas o instalaciones médicas enfrentan el mayor peligro.
Este avance tecnológico representa un cambio crucial, pasando de sistemas de alerta reactivos a una acción proactiva y sistémica. Se fundamenta en la base del Google Earth Engine, una plataforma que durante más de una década ha facilitado a los científicos el acceso a más de cincuenta años de imágenes satelitales globales. Si bien las herramientas anteriores, incluido el sistema de pronóstico de inundaciones impulsado por IA de Google que ya advierte a hasta dos mil millones de personas, funcionaban principalmente como sistemas de notificación de eventos en curso, la IA de Earth actualizada, potenciada por las capacidades de razonamiento de Gemini, está diseñada para articular el significado profundo detrás de los datos recopilados.
La nueva funcionalidad permite a los analistas plantear consultas directas y complejas, algo inédito hasta ahora. Por ejemplo, un gestor de sistemas de agua municipales puede interrogar al sistema para localizar zonas donde un curso de agua ha disminuido recientemente (un indicador potencial de actividad de tormentas de polvo) o para identificar proliferaciones de algas nocivas que amenazan el suministro de agua potable. Google está extendiendo estos modelos sofisticados a 'Trusted Testers' (Probadores de Confianza) a través de Google Cloud, ampliando así el poder analítico más allá de sus aplicaciones internas hacia entidades comerciales e investigadores académicos.
Los efectos transformadores de esta tecnología ya se están probando en sectores esenciales. La Organización Mundial de la Salud (OMS) está utilizando la IA de Earth en la República Democrática del Congo para predecir brotes de cólera. Esto lo logran integrando estadísticas localizadas de enfermedades con los modelos de Google para identificar zonas vulnerables de manera preventiva. En el sector de servicios públicos, Airbus está empleando la herramienta para ayudar a las compañías eléctricas a identificar la invasión de copas de árboles en las líneas de transmisión, un paso vital para la prevención de incendios forestales.
Además, la organización sin fines de lucro GiveDirectly está utilizando el Razonamiento Geoespacial para fusionar datos demográficos y de impacto de inundaciones, lo que les permite priorizar los hogares que recibirán asistencia económica directa tras un desastre. Las implicaciones a largo plazo de esta tecnología están llamadas a reconfigurar la estructura económica global, especialmente para industrias como la de seguros, que deben cuantificar los riesgos crecientes de la volatilidad climática.
La correduría global McGill and Partners ya está integrando la IA de Earth para la modelización de huracanes, cambiando el enfoque de la evaluación de daños posterior a la tormenta a una cuantificación precisa del riesgo antes de que el huracán toque tierra. En esencia, esta tecnología democratiza la comprensión a escala planetaria, permitiendo que los municipios y los equipos de primera respuesta tomen decisiones más ágiles e inteligentes. Al ver el sistema interconectado de clima, población e infraestructura como una entidad única y sensible, se optimiza la respuesta ante cualquier eventualidad.
