Skrillex e ISOxo con «Fuze» y Bartees Strange con «Shy Bairns Get Nowt»: Dos Propuestas que Definen el Sonido de 2025

El panorama de la música electrónica recibió un impulso fresco y potente el pasado 24 de octubre de 2025, con el lanzamiento de la esperada colaboración entre Skrillex e ISOxo, titulada «Fuze». Esta pieza musical representa una poderosa amalgama de energías sonoras, logrando un punto de encuentro vibrante y explosivo entre la memoria del brostep —un género que Skrillex ayudó a cimentar— y la vanguardia de la escena bass contemporánea. El debut oficial de «Fuze» no fue una sorpresa, ya que la pista había sido presentada en vivo previamente en el festival Niteharts en San Diego, un evento que sirvió como pistoletazo de salida para lo que ambos productores consideran un retorno simbólico a sus raíces creativas y el inicio de una nueva etapa formal de trabajo conjunto.

Para ISOxo, cuya trayectoria artística se forjó bajo la influencia directa del sonido distintivo de Skrillex, este lanzamiento trasciende la mera colaboración; se percibe como una suerte de consagración personal. Significa la culminación de un viaje, pasando del rol de admirador e inspirado al de colega en un diálogo creativo de igual a igual. Numerosos oyentes y críticos han identificado ecos y guiños al icónico álbum «Scary Monsters and Nice Sprites», aunque estos elementos nostálgicos se reinterpretan y filtran magistralmente a través de estructuras sónicas completamente renovadas y futuristas. En esencia, «Fuze» no solo es un tema bailable, sino la chispa que enciende una nueva era en el género, transformando la reminiscencia en impulso puro y la energía inicial en una explosión de plasma sonoro.

Coincidiendo con este estallido electrónico, el mismo 24 de octubre de 2025, el aclamado artista de indie-rock Bartees Strange ofreció una propuesta diametralmente opuesta al presentar su nuevo EP de seis pistas, titulado «Shy Bairns Get Nowt». Este trabajo se erige como un contrapunto sereno, aunque profundamente asertivo, frente a la intensidad del dúo electrónico. El título, «Shy Bairns Get Nowt», proviene de un modismo del norte de Inglaterra cuya traducción literal es: «quien no habla, nada obtiene». Esta poderosa expresión se convirtió en un mantra y un recordatorio para Strange sobre la importancia de ejercer el derecho a la expresión y la necesidad de la visibilidad, especialmente dentro de una industria musical compleja donde, paradójicamente, la ausencia de voz puede resonar con más fuerza que las palabras.

Si bien el EP «Shy Bairns Get Nowt» retoma ciertos hilos temáticos y la atmósfera densa de su álbum anterior, «Horror» (lanzado a principios de este año), también expande su alcance hacia territorios sonoros más íntimos e intuitivos, marcando una evolución estilística notable. Entre las composiciones destacadas del conjunto se encuentran el emotivo «Ain’t Nobody Making Me High» y una versión fresca y revitalizada de «Baltimore», esta última producida por el aclamado maestro de estudio Jack Antonoff. Bartees Strange describe estas piezas no como productos perfectos, sino como «errores que se transformaron en revelaciones», encapsulando la esencia lírica y emocional del EP: la valentía de alzar la voz sin reservas y la necesidad de no temer a la propia resonancia artística, por imperfecta que sea.

La coincidencia de estos dos lanzamientos simultáneos, provenientes de esferas musicales tan dispares —el frenesí del bass y la introspección del indie-rock—, ilustra la rica y compleja dualidad del panorama sonoro contemporáneo. Mientras que «Fuze» de Skrillex e ISOxo representa la evolución explosiva y futurista del dancefloor, impulsada por la tecnología y la nostalgia bien canalizada, el trabajo de Bartees Strange nos invita a una introspección necesaria, recordándonos el poder de la vulnerabilidad y la importancia de la narrativa personal. Ambos proyectos, a pesar de sus diferencias estilísticas, comparten la ambición de redefinir sus respectivos géneros y de dejar una marca profunda en el calendario musical de 2025.