La escena musical se ve enriquecida con el lanzamiento de una interpretación en vivo y orquestal de 'Star Among the Cosmic Clouds', una pieza central del film animado 'Cosmic Rhapsody'. El cantante asamés Joi Barua ha dado vida a esta composición, grabada en los icónicos estudios Abbey Road junto a músicos de la Royal Philharmonic Orchestra y un concierto de piano. Esta versión, disponible desde el 3 de octubre de 2025 a través de Signum Records, coincide con la celebración de la Semana Mundial del Espacio, que se celebra anualmente del 4 al 10 de octubre y fue proclamada por la Asamblea General de la ONU en 1999 en honor a la contribución de la ciencia y la tecnología espaciales a la mejora de las condiciones de vida de la humanidad. Las fechas fueron elegidas en memoria del lanzamiento del primer satélite artificial de la Tierra, el «Sputnik-1», el 4 de octubre de 1957, y la firma del Tratado sobre el Espacio Exterior el 10 de octubre de 1967, un momento propicio para reflexionar sobre nuestra conexión con el cosmos.
Esta conmovedora interpretación forma parte de la banda sonora de 'Cosmic Rhapsody', una obra cinematográfica inspirada en la misión CrewDragon de la NASA en 2020. La película busca encapsular el espíritu de la exploración espacial humana, un viaje continuo que trasciende fronteras. La versión orquestal de la canción, que evoca la inmensidad del universo, cuenta con la participación de la Royal Philharmonic Orchestra, el coro London Voices y la voz solista de Killian Donnelly, creando una experiencia auditiva que transporta al oyente a través de paisajes sonoros celestiales.
La resonancia de 'Star Among the Cosmic Clouds' se extiende a través de otras dos versiones publicadas. En mayo de 2025, se lanzó una grabación orquestal para el álbum 'Lim Cosmic Rhapsody for Piano and Orchestra', destacando la colaboración del tenor Killian Donnelly y el pianista Jean-Yves Thibaudet. Adicionalmente, el público pudo disfrutar de una presentación en vivo en el Barbican Concert Hall, con la participación de Tom Ball y la Royal Philharmonic Orchestra, fundada en 1946, demostrando la versatilidad y el poder emocional de esta pieza.
La exploración espacial, tal como la representa 'Cosmic Rhapsody', no es solo un avance tecnológico, sino un reflejo del anhelo humano por comprender nuestro lugar en el universo. Cada misión, cada descubrimiento, expande nuestra perspectiva y nos recuerda la interconexión de todas las cosas. La música, en su capacidad para evocar emociones profundas y universales, se convierte en un vehículo poderoso para expresar estas aspiraciones y maravillas. La colaboración entre artistas, músicos y científicos, como se evidencia en este proyecto, subraya cómo la creatividad humana puede unirse para celebrar los logros y las preguntas fundamentales de nuestra existencia.
La NASA, a través de sus misiones como la CrewDragon, continúa abriendo caminos hacia lo desconocido, inspirando a generaciones a mirar hacia las estrellas. El año 2020 marcó un hito significativo con el éxito de esta misión, sentando las bases para futuras exploraciones. La película 'Cosmic Rhapsody' y su banda sonora, incluyendo la emotiva interpretación de Joi Barua, sirven como un recordatorio artístico de este espíritu pionero y de la belleza inherente a la búsqueda del conocimiento más allá de nuestro planeta. La música se convierte así en un puente entre la ciencia y el alma, resonando con la profunda curiosidad que impulsa a la humanidad hacia el vasto lienzo del cosmos.
La obra musical fue creada por la cirujana Susan Lim y la neuróloga Christina Tinz Tan, con música del compositor Manu Martin. Esta composición forma parte de la trilogía ALAN y es un claro ejemplo de la sinergia entre el arte y la ciencia, destacando cómo la música puede servir como un medio para expresar ideas complejas e inspirar cambios positivos, demostrando el potencial ilimitado de la imaginación humana y el deseo de explorar lo desconocido.