La salsa boloñesa es esencial para platos como las lasañas y los espaguetis. Su preparación es sencilla, basándose en carne picada y tomates, pero la receta tradicional ha evolucionado globalmente, lo que lleva a errores comunes.
Puntos clave sobre la preparación auténtica de la boloñesa incluyen:
Mezcla de Carne Correcta: Los italianos utilizan una mezcla de carne de res y cerdo, evitando alternativas como el pavo o el pollo.
Uso de Tomate: La boloñesa auténtica no es una salsa de tomate; solo se usa una pequeña cantidad de pasta o puré de tomate para el sabor.
Limitaciones de Especias: Las recetas tradicionales excluyen hierbas como albahaca u orégano; solo se permiten sal, pimienta y a veces laurel.
Importancia de los Lácteos: Se añade leche o crema para equilibrar la acidez y crear una textura cremosa.
Vino de Calidad: Un vino blanco seco o a veces tinto es esencial; un vino de mala calidad altera la profundidad de la salsa.
Tiempo de Cocción: La salsa debe cocer a fuego lento durante 3-4 horas para desarrollar sabores, a diferencia de las versiones rápidas que a menudo se preparan.
Evitar Mezclas de Especias: Las recetas auténticas no requieren azúcar, ya que los lácteos neutralizan la acidez.
Combinación de Pasta Correcta: Tradicionalmente servida con tagliatelle, no con espaguetis, que no sostienen bien la salsa.
Contenido de Grasa: Usar panceta o manteca de cerdo de manera moderada en lugar de aceite de oliva excesivo.