Shein, la popular plataforma de moda rápida, ha sido objeto de investigaciones que revelan preocupaciones sobre las condiciones laborales en sus fábricas proveedoras. Un informe de Public Eye, una organización suiza de derechos humanos, indica que algunos trabajadores en fábricas asociadas con Shein laboran hasta 75 horas semanales, con salarios que podrían no cumplir con los estándares de vida locales. Además, se han identificado riesgos de seguridad, como la presencia de niños en los talleres y la falta de medidas de seguridad adecuadas. Shein ha respondido afirmando que no reconoce muchas de las alegaciones y que está invirtiendo significativamente en mejorar las condiciones laborales en su cadena de suministro. La empresa también ha implementado canales de denuncia anónimos para que los trabajadores informen sobre problemas relacionados con salarios y horas de trabajo.
En respuesta a las preocupaciones sobre el trabajo infantil, Shein informó que en 2024 descubrió dos casos de menores de edad en su cadena de suministro. La empresa suspendió inmediatamente los pedidos a los proveedores involucrados y tomó medidas para remediar la situación, incluyendo la terminación de contratos con los empleados menores de edad y el pago de salarios pendientes. Shein también ha actualizado sus políticas para abordar de manera más efectiva las violaciones laborales, comprometiéndose a terminar inmediatamente las relaciones con proveedores que incurran en prácticas de trabajo infantil o forzado.
Además, Shein ha sido criticada por la falta de transparencia en su cadena de suministro, especialmente en relación con el uso de algodón de la región de Xinjiang, donde se han reportado acusaciones de trabajo forzado. Durante una audiencia parlamentaria en el Reino Unido, Shein fue cuestionada sobre su cadena de suministro de algodón, pero evitó proporcionar detalles específicos, lo que generó inquietudes sobre la transparencia y las prácticas laborales de la empresa.
Estas investigaciones y críticas han aumentado el escrutinio político sobre Shein, especialmente en Europa y Estados Unidos, donde se están considerando regulaciones más estrictas para abordar el trabajo forzado y mejorar la transparencia en las cadenas de suministro de las empresas de moda rápida.