El sector del lujo global está experimentando una desaceleración significativa en 2025, marcando un punto de inflexión tras años de crecimiento. Los principales conglomerados como LVMH y Kering, que incluye a Gucci, han reportado resultados financieros que reflejan una contracción en ventas y beneficios. LVMH, por ejemplo, vio una caída del 4% en sus ingresos totales en el primer semestre de 2025, con su división de Moda y Artículos de Cuero disminuyendo un 9%. Gucci, por su parte, sufrió una contracción del 26% en sus ventas durante el mismo periodo. Este escenario se atribuye a una menor afluencia de turistas internacionales, especialmente de Estados Unidos y China, así como a las fluctuaciones monetarias que merman el poder adquisitivo de estos consumidores en el extranjero. La imposición de nuevas tarifas por parte de Estados Unidos sobre bienes de lujo importados también ha incrementado los costos, actuando como un freno adicional para las transacciones internacionales.
Adicionalmente, una parte de los consumidores, particularmente las generaciones más jóvenes, está mostrando una creciente desilusión, cuestionando los elevados precios post-pandemia y buscando un valor más auténtico y una conexión más profunda con las marcas. Los analistas de Bain y Altagamma proyectan una contracción del mercado de lujo global de hasta un 5% para 2025. En respuesta, las marcas están implementando ajustes estratégicos, como cambios en la dirección creativa y un enfoque en productos de entrada como perfumes y pequeños artículos de cuero, para ampliar su atractivo y mantener la relevancia. El Grupo Prada presentó un panorama mixto, con un aumento del 10% en sus ventas minoristas generales, impulsado por Miu Miu (+49%), aunque la marca Prada experimentó un leve retroceso del 2%.