Una erupción solar de clase M5.9 fue observada en las inmediaciones del AR 4294, que pronto será renombrado, a las 22:22 UTC (28 ноября). Crédito de imagen: NASA/SDO.
Dos focos de actividad emergen en el limbo oriental del Sol: registro de llamaradas M y evaluación de riesgos
Autor: Uliana S.
En el borde oriental del disco solar se están desarrollando eventos que han captado la atención de la comunidad astronómica. Este sector del Sol está mostrando una reactivación significativa en su actividad magnética.
Video de la erupción M5.96 en la región activa AR 4294 que se acerca.
El 28 de noviembre, a las 22:22 UTC, los observatorios espaciales registraron una llamarada solar pulsada clasificada como M5.9. Este suceso marcó el regreso de la actividad de alta intensidad, siendo la primera llamarada de esta magnitud desde el 16 de noviembre, lo que indica un nuevo repunte tras un periodo de relativa calma.
Se ha detectado una gran erupción más allá del límite nordeste, cuyo origen es probablemente AR 4274 y que se hace notar.
Lo particular de este evento es que su origen proviene de un grupo de manchas solares aún sin designación oficial, el cual apenas está comenzando a rotar hacia nuestra línea de visión, situándose justo en el limbo solar. Las imágenes actuales en el rango del ultravioleta extremo (EUV 171A) revelan una escena fascinante: complejas estructuras de bucles y arcos magnéticos de varias regiones activas, incluyendo áreas que previamente fueron identificadas como 4281 y 4274, están interactuando intensamente. Aunque la eyección de masa coronal (CME) asociada a esta llamarada fue estrecha y no apuntó directamente hacia la Tierra, su detección confirma la capacidad de esta zona para generar potentes expulsiones de plasma.
La trascendencia de este episodio radica en su carácter de anuncio. La región, que en los próximos días recibirá la nomenclatura AR 4294, exhibe un elevado potencial magnético. A medida que rote hacia la cara visible del disco solar, podremos examinar con mayor detalle la complejidad magnética que ahora se encuentra oculta tras el borde. Son precisamente estas áreas, caracterizadas por configuraciones magnéticas inestables y intrincadas, las que tienen el potencial de desencadenar fenómenos extremos en el clima espacial.
Los expertos señalan que este reciente repunte se está desarrollando bajo un patrón menos agresivo en comparación con los eventos más intensos registrados a mediados de noviembre. No obstante, los verdaderos protagonistas de las tormentas magnéticas pasadas, como la región AR 4274, cuyas gigantescas estructuras de arcos magnéticos ya son visibles sobre el borde solar, todavía no han alcanzado su máxima exposición. Este periodo de observación serena de la dinámica solar no durará mucho. En un plazo de dos o tres días, se podrá determinar la verdadera amenaza que estos nuevos centros activos representan para nuestro planeta y si debemos prepararnos para el retorno de intensas tormentas geomagnéticas.
La vigilancia se mantiene alta, ya que la rotación de estas regiones activas hacia el centro del disco solar incrementará la probabilidad de impacto directo de cualquier nueva eyección. La comunidad científica está atenta a la evolución de AR 4294 y sus vecinas, esperando descifrar si estamos ante el preludio de una nueva fase de alta actividad solar o si se trata de un episodio aislado de intensidad moderada.
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