España se alista para una serie de eclipses solares que serán visibles en el país entre 2026 y 2028, ofreciendo oportunidades únicas para la observación astronómica.
El primer evento será un eclipse total de Sol el 12 de agosto de 2026, visible en el norte de España y en las Islas Baleares. Este fenómeno será el primero de su tipo en la península ibérica en más de un siglo. La franja de totalidad atravesará el país de oeste a este, pasando por ciudades como La Coruña, León, Bilbao, Zaragoza y Valencia. La duración de la fase de totalidad variará desde 1 minuto y 50 segundos en la línea central hasta unos pocos segundos en los límites norte-sur de la franja de totalidad. La observación de este eclipse se producirá al atardecer, por lo que es esencial elegir un lugar con buena visibilidad hacia el oeste, sin obstáculos como edificios o árboles. Además, se recomienda utilizar gafas especiales para proteger la vista durante el evento.
El segundo eclipse será otro total de Sol el 2 de agosto de 2027, visible en una franja del sur de España y en Ceuta y Melilla. La franja de totalidad atravesará el estrecho de Gibraltar de oeste a este y cubrirá el extremo sur de la península, incluyendo ciudades como Cádiz, Málaga, Ceuta y Melilla. La duración máxima de la totalidad en España corresponderá a Ceuta con 4 minutos y 48 segundos. Este eclipse será el segundo total en España en menos de un año, ofreciendo una oportunidad excepcional para los observadores del firmamento.
Finalmente, el 26 de enero de 2028, se producirá un eclipse anular de Sol, visible como anular en el suroeste de la península y como parcial en el resto de España. Durante este evento, la Luna cubrirá el Sol, dejando visible un anillo delgado que corresponde a la capa exterior de la estrella, conocido como "anillo de fuego". Este fenómeno será especialmente atractivo para fotógrafos y entusiastas de la astronomía.
Ante la magnitud de estos eventos, el Gobierno español ha constituido una comisión interministerial para coordinar las acciones necesarias, anticipando una afluencia significativa de atención internacional. La comisión, liderada por la Secretaría de Estado de Ciencia, se encargará de garantizar la seguridad, promover el turismo y divulgar el conocimiento científico asociado a estos eventos. Se espera que estos eclipses atraigan a miles de observadores, transformando temporalmente las ciudades en centros de encuentro y aprendizaje.
La preparación para estos eventos no solo implica aspectos logísticos, sino también la creación de un ambiente propicio para la reflexión y la conexión con el universo. Estos eclipses ofrecen una oportunidad para detenernos, respirar y reconocer la interdependencia de todo lo que existe. La oscuridad momentánea nos invita a valorar la luz y a comprender que, incluso en los momentos más oscuros, siempre hay esperanza y renovación. La experiencia de un eclipse solar puede ser profundamente transformadora, recordándonos la impermanencia y la belleza de la existencia.