El Observatorio de Dinámica Solar (SDO), dirigido por la heliofísica Emily Mason de Predictive Sciences Inc., ha logrado avances significativos en la identificación de señales de erupciones solares.
La NASA ha advertido recientemente sobre las erupciones solares, que son explosiones poderosas de luz en la superficie del Sol. Estos eventos pueden liberar ráfagas de partículas cargadas, que tienen el potencial de causar efectos graves en la Tierra, incluidos daños a satélites, sistemas de comunicación y redes eléctricas.
La investigación en curso busca prevenir tales eventos para mitigar sus impactos. El equipo del SDO ha descubierto que los bucles coronales solares muestran patrones de comportamiento que podrían ayudar a predecir las erupciones solares. Según la NASA, estos bucles surgen de regiones activas impulsadas magnéticamente en el Sol, donde también se originan las erupciones solares.
“Descubrimos que la luz ultravioleta extrema sobre las regiones activas parpadea de manera errática durante varias horas antes de una erupción solar... Los resultados son cruciales para comprender las erupciones y pueden mejorar nuestra capacidad para predecir el clima espacial peligroso”, declaró Emily Mason.
El estudio indica que medir las variaciones de brillo en los bucles coronales podría proporcionar advertencias más precisas que los métodos anteriores, señalando las erupciones inminentes con 2 a 6 horas de antelación y con una precisión del 60 al 80 por ciento.
Kara Kniezewski, estudiante de posgrado en el Instituto de Tecnología de la Fuerza Aérea de EE. UU. y autora principal del estudio, comentó: “La corona solar es un entorno dinámico, y cada erupción solar es única, como un copo de nieve”. Agregó: “Buscar períodos de comportamiento 'caótico' en la emisión de los bucles coronales, en lugar de tendencias específicas, proporciona una métrica mucho más consistente y también puede correlacionarse con la intensidad de una erupción”.
El grupo de investigación espera que sus hallazgos sobre los bucles coronales puedan, eventualmente, ayudar a proteger a los astronautas, naves espaciales y redes eléctricas de la radiación dañina asociada con las erupciones solares.