Descubrimiento de tormentas solares antiguas

Investigaciones recientes han revelado evidencia de una colosal tormenta solar, conocida como evento Miyake, que ocurrió entre 664 y 663 a.C. Este descubrimiento, publicado en la revista Communications Earth & Environment, subraya el impacto catastrófico potencial que tal evento podría tener en la sociedad tecnológicamente avanzada de hoy.

Las tormentas solares, o tormentas geomagnéticas, son causadas por una actividad solar aumentada, liberando cantidades significativas de radiación y partículas cargadas hacia la Tierra. Estas tormentas pueden interrumpir las operaciones de satélites, los sistemas energéticos terrestres y las redes de comunicación. Cuanto mayor sea la intensidad de la tormenta solar, mayor será el riesgo para la tecnología moderna.

Los científicos utilizaron anillos anuales de árboles antiguos, que actúan como cápsulas del tiempo, para identificar evidencia de esta tormenta solar. En los últimos 14,500 años, solo se han registrado ocho eventos Miyake, lo que los hace extremadamente raros. El último evento conocido antes de este descubrimiento ocurrió entre 774 y 775 d.C.

Según los investigadores, si una tormenta solar similar golpeara la Tierra hoy, podría llevar a fallos de comunicación generalizados, posiblemente desactivando Internet y perturbando los sistemas energéticos a nivel global.

Los eventos Miyake, identificados por primera vez por el físico japonés Fusa Miyake en 2012, se caracterizan por un aumento brusco de isótopos radiactivos de carbono, particularmente carbono-14, encontrado en los anillos de los árboles. El carbono-14 se produce en la atmósfera cuando la radiación solar interactúa con el nitrógeno y eventualmente forma dióxido de carbono a través de reacciones con el oxígeno.

El estudio implicó el análisis de anillos anuales de muestras de madera antiguas recolectadas de árboles muertos enterrados a lo largo de riberas de ríos, así como troncos excavados durante excavaciones arqueológicas. Los científicos quemaron la celulosa, el componente principal de la madera, para evaluar el contenido de radiocarbono.

Los niveles elevados de radiocarbono encontrados en los anillos de los árboles se compararon con niveles elevados de otros isótopos, como el berilio-10, que se extrae de núcleos de hielo. Tanto el carbono-14 como el berilio-10 se forman en la atmósfera debido a la radiación solar y las partículas cargadas.

Esta comparación confirmó que una tormenta solar significativa impactó la Tierra durante el período especificado. Los hallazgos amplían el conocimiento existente sobre los eventos de actividad solar, mejorando nuestra comprensión de los fenómenos solares históricos.

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