Descubrimiento en investigación de células madre: Genes antiguos crean ratones vivos

En un estudio innovador publicado en Nature Communications, un equipo internacional de investigadores ha creado células madre de ratón capaces de desarrollarse en un ratón completamente formado utilizando herramientas genéticas derivadas de choanoflagelados, organismos unicelulares que comparten un ancestro común con los animales. Este descubrimiento, anunciado el 19 de noviembre de 2024, desafía las creencias existentes sobre los orígenes de los genes de las células madre.

Dirigido por Alex de Mendoza de la Queen Mary University de Londres, la investigación utilizó los genes Sox y POU encontrados en choanoflagelados, que antes se pensaban evolucionados únicamente dentro de los animales. La exitosa creación de un ratón quimérico, que mostró rasgos tanto del embrión donante como de las células madre inducidas en el laboratorio, marca un avance significativo en nuestra comprensión de la evolución genética.

De Mendoza declaró: "Al crear con éxito un ratón utilizando herramientas moleculares derivadas de nuestros parientes unicelulares, estamos presenciando una continuidad extraordinaria de función a lo largo de casi mil millones de años de evolución." Esta investigación implica que los genes clave involucrados en la formación de células madre podrían haber surgido mucho antes de lo pensado, posiblemente allanando el camino para la vida multicelular.

El estudio también ofrece perspectivas sobre la medicina regenerativa. Comprender la historia evolutiva de los mecanismos de las células madre podría llevar a terapias mejoradas para enfermedades y a técnicas optimizadas para la reprogramación celular. Ralf Jauch, un colaborador del proyecto, enfatizó el potencial de innovación, afirmando: "Estudiar las raíces antiguas de estas herramientas genéticas nos permite innovar con una visión más clara de cómo se pueden ajustar u optimizar los mecanismos de pluripotencia." Esto podría implicar experimentar con versiones sintéticas de estos genes, que podrían desempeñarse mejor que los genes nativos de los animales en ciertos contextos.

Esta investigación no solo redefine nuestra comprensión de la evolución genética, sino que también abre nuevas vías para avances médicos, destacando la importancia de los mecanismos genéticos antiguos en el desarrollo de formas de vida complejas.

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