Investigadores de la Universidad de California, Santa Cruz, han desarrollado un método innovador para producir biodiésel a partir de aceite residual, lo que podría transformar el panorama energético. Este enfoque revolucionario podría optimizar los procesos de producción y reducir significativamente el consumo de energía.
En 2022, el sector de transporte de EE. UU. consumió aproximadamente 3 millones de barriles de diésel diariamente, contribuyendo al 10% de las emisiones de CO2 relacionadas con la energía del país. A pesar del impulso hacia los vehículos eléctricos, el diésel sigue siendo esencial para diversos sectores, incluidos camiones, barcos y trenes.
El estudio, publicado en la revista de la American Chemical Society Energy & Fuels, presenta el tetrametoxiborato de sodio (NaB(OMe)4) como un reactivo clave. Este compuesto simplifica la separación del biodiésel de los subproductos y facilita la regeneración del componente más costoso en el proceso de producción, haciéndolo tanto rentable como eficiente en energía.
El autor principal, Kevin Lofgren, expresó su entusiasmo por la investigación sobre biodiésel, afirmando: "Comencé a explorar este nuevo material que fabricamos para ver si podía atacar las grasas en el aceite para ayudar a catalizar el biodiésel, y todo fluyó a partir de ahí." Los métodos actuales de producción de biodiésel suelen ser intensivos en energía y generan subproductos como jabón, complicando los esfuerzos de purificación.
El nuevo proceso opera a una temperatura significativamente más baja—alrededor de 40 °C (104 °F)—que está por debajo del punto de ebullición del agua, minimizando así los requisitos energéticos. El coautor Scott Oliver señaló: "Para generar energía se necesita mucha energía. Nuestro método utiliza aceite residual y calentamiento suave, en comparación con las refinerías de petróleo actuales que consumen mucha energía y causan contaminación."
Este método innovador convierte aproximadamente el 85% del aceite vegetal usado en biodiésel, cumpliendo casi todos los estándares de la industria para combustible en maquinaria pesada y vehículos de transporte, con ajustes menores necesarios para el contenido de agua que se espera durante la ampliación del proceso.
"Este nuevo método es especial porque es simple y asequible. Además, tiene la ventaja de poder regenerar el material de partida," agregó Lofgren. La asequibilidad y eficiencia de este proceso podrían revolucionar la producción de biodiésel, haciéndola competitiva con los combustibles diésel convencionales.
Oliver enfatizó las amplias implicaciones de este descubrimiento, afirmando: "Todo el mundo necesita energía—cada granja, planta de producción de alimentos y vehículo de transporte dependen de ella." El potencial para la producción in situ, especialmente en granjas, podría tener un impacto significativo en la accesibilidad y sostenibilidad de la energía.
Con este avance en la producción de biodiésel, el futuro se ve prometedor para las soluciones energéticas sostenibles, alineándose con los objetivos ambientales globales y ofreciendo una alternativa viable a los combustibles diésel convencionales.