Nuevas perspectivas sobre el cambio climático antiguo en Indonesia

Yakarta (ANTARA) - Estudios recientes de paleoclimatología realizados por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (BRIN) en Indonesia revelan información significativa sobre los cambios climáticos históricos, que podrían informar nuestra comprensión de los impactos climáticos actuales y futuros.

Según Marfasran Hendrizan, investigador del Centro de Investigación sobre el Clima y la Atmósfera (PRIMA), la paleoclimatología proporciona datos a largo plazo que llenan los vacíos dejados por los datos de observación modernos. La investigación indica que Indonesia experimentó un aumento de temperatura de hasta 3 grados Celsius durante un período prolongado de aproximadamente 7,000 años en el pasado.

En contraste, las proyecciones sugieren que aumentos de temperatura similares podrían ocurrir en menos de un siglo debido a las tendencias climáticas actuales. Indonesia, situada en los trópicos y parte de la 'piscina cálida indo-pacífica', se caracteriza por una alta actividad convectiva y precipitaciones sustanciales, aunque la cobertura de datos sigue siendo limitada.

Las condiciones climáticas pasadas indican variaciones en la temperatura, los niveles de CO2 y el aumento del nivel del mar. Estos parámetros, junto con cálculos temporales, se utilizan para reconstruir climas antiguos. Los foraminíferos, plancton marino con conchas calcáreas, sirven como muestras clave para estudiar condiciones de temperatura históricas.

Hendrizan explica que los foraminíferos capturan señales climáticas como temperatura, salinidad, niveles de oxígeno y pH durante su ciclo de vida. Estas señales se preservan en sus conchas, proporcionando un archivo climático duradero una vez que son enterradas.

La relación entre magnesio y calcio encontrada en las conchas de foraminíferos correlaciona positivamente con la temperatura, sugiriendo que mayores relaciones indican temperaturas elevadas. Estos datos indican que Indonesia experimentó aumentos significativos de temperatura en el pasado, subrayando la urgencia de abordar los desafíos climáticos contemporáneos.

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