Una nueva técnica de imagen cerebral llamada FREQ-NESS ofrece una visión dinámica de cómo el cerebro responde al sonido. A diferencia de los métodos anteriores, FREQ-NESS muestra cómo las redes neuronales cambian en tiempo real con cada tono o ritmo.
Los investigadores descubrieron que las redes de ondas cerebrales se desplazan y reorganizan en respuesta al sonido. Esto sugiere que el sonido moldea activamente el cerebro, lo que podría explicar cómo la música afecta el estado de ánimo y cómo funcionan las terapias rítmicas. Este hallazgo podría tener implicaciones importantes para la comprensión de la neuroplasticidad y el desarrollo de nuevas terapias.
FREQ-NESS podría conducir a nuevas interfaces cerebro-ordenador y ayudar a diagnosticar afecciones como el autismo. También desafía las ideas existentes sobre la atención y la percepción, sugiriendo que el sonido influye profundamente en cómo nos enfocamos y aprendemos. En Latinoamérica, este tipo de investigación podría ser crucial para entender mejor las diferencias en la percepción auditiva entre distintas culturas y cómo estas diferencias pueden afectar el aprendizaje y el desarrollo cognitivo.