Investigaciones recientes sugieren que la cafeína sintética, común en bebidas energéticas y refrescos, podría acelerar el envejecimiento, mientras que la cafeína natural del café y el té podría ofrecer beneficios protectores.
Aproximadamente el 60% de la cafeína consumida en EE. UU. es sintética, proveniente de laboratorios en lugar de productos naturales como los granos de café. Un estudio de 2017 publicado en Nutrition & Metabolism encontró una correlación entre el aumento de la ingesta de cafeína sintética y telómeros más cortos, un marcador del envejecimiento celular. En contraste, el aumento del consumo de café se asoció con telómeros más largos, lo que sugiere que otros compuestos en el café podrían contribuir a sus efectos anti-envejecimiento.
Un estudio de 2023 publicado en Nutrients reportó que el café instantáneo estaba negativamente asociado con la longitud de los telómeros, potencialmente debido a un mayor contenido de plomo, mientras que el café filtrado estándar no mostró efectos adversos. Además, se ha vinculado al té verde con la protección contra la reducción de telómeros, mientras que la cafeína sintética parece causar daño al ADN.
Los compuestos antioxidantes en el café y el té juegan probablemente un papel significativo en sus efectos protectores. Las investigaciones indican que estas bebidas reducen el daño oxidativo y mejoran la integridad del ADN. En un estudio con 100 participantes, se encontró que el café tostado oscuro reducía el daño al ADN en un 23% en solo cuatro semanas.
Los expertos sugieren que la combinación de cafeína con compuestos polifenólicos en el café y el té proporciona beneficios para la salud que la cafeína aislada no ofrece. Aunque ambas bebidas han mostrado efectos protectores contra enfermedades neurodegenerativas, la cafeína aislada no ofrece el mismo nivel de protección.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) recomienda un consumo máximo de 400 miligramos de cafeína al día, equivalente a cuatro o cinco tazas de café. En contraste, las bebidas energéticas pueden contener hasta 300 miligramos de cafeína sintética por porción, lo que se ha relacionado con problemas cardíacos en jóvenes. Sin embargo, el café y el té son conocidos por sus propiedades cardioprotectoras.
A pesar de los beneficios del café y el té, los expertos recomiendan moderación en el consumo de cafeína.