Un residente de Varsovia, Andrzej Korpiukiewicz, ha realizado un hallazgo excepcional en el río Vístula: una espada medieval de aproximadamente 700 años de antigüedad. El artefacto, confundido inicialmente con escombros, fue identificado tras revelar un símbolo en forma de cruz. La espada completa, de unos 79 centímetros de largo, posee una empuñadura con pomo esférico y guarda cruzada. Las investigaciones preliminares la datan en los siglos XIII o XIV, coincidiendo con los inicios de la fundación de Varsovia.
El descubrimiento es notable por el excelente estado de conservación del arma, algo poco común en Polonia. Tras el hallazgo, la espada fue entregada a un maestro conservador de metales en el Museo Arqueológico Estatal de Varsovia. Allí, los especialistas realizaron exámenes de rayos X y aplicaron tratamientos de conservación para eliminar cloruros y normalizar la acidez, seguido de limpieza mecánica y recubrimiento protector. La cruz grabada en la hoja y la empuñadura ha generado especulaciones sobre una posible conexión con órdenes militares como los Caballeros Templarios, aunque se requiere confirmación. La falta de contexto arqueológico presenta un desafío para determinar su historia completa, pero la espada es un testimonio tangible de la rica historia medieval de la región, ofreciendo una visión de las dinámicas sociales y militares de la época. Este hallazgo subraya la importancia de los ríos como corredores culturales y repositorios históricos, y resalta el valor de la vigilancia ciudadana en la protección del patrimonio cultural.