Arqueólogos han desenterrado cientos de ánforas de vino selladas que contienen residuos de vino de 5.000 años de antigüedad en la tumba de la reina Meret-Neith en Abydos, Egipto. La excavación, encabezada por Christiana Kohler de la Universidad de Viena, ofrece información valiosa sobre las antiguas prácticas de elaboración de vino egipcias y los rituales funerarios reales durante el período dinástico temprano (alrededor del 3000 a. C.).
El descubrimiento dentro del complejo de la tumba de la reina Meret-Neith sugiere su importante poder, potencialmente como la primera faraona. Las inscripciones indican su supervisión de las oficinas del gobierno central, incluido el tesoro. Los tapones intactos en las jarras de vino resaltan la importancia cultural del vino en los entierros reales.
El análisis de residuos químicos promete revelar los perfiles de sabor del vino y cualquier aditivo, proporcionando una comprensión sin precedentes de las antiguas recetas y técnicas de elaboración de vino. El complejo de la tumba, que también incluye las tumbas de 41 cortesanos y sirvientes, desafía las teorías anteriores sobre el sacrificio humano ritual durante la Primera Dinastía. Este hallazgo ofrece una visión de las prácticas sofisticadas de la sociedad egipcia temprana y su reverencia por el vino tanto en la vida diaria como en los contextos ceremoniales.