Arqueólogos en York, Reino Unido, han descubierto la primera evidencia física de un combate entre gladiador y león fuera de Roma. El estudio, publicado en PLOS One, analizó un esqueleto con lesiones consistentes con el ataque de un gran carnívoro. Este hallazgo transforma nuestra comprensión del entretenimiento romano en Britania.
El esqueleto, encontrado en el cementerio romano de Driffield Terrace, pertenecía a un hombre de entre 26 y 35 años. Investigadores, liderados por Tim Thompson de la Universidad de Maynooth, identificaron marcas de mordeduras no curadas en la pelvis. Estas lesiones coinciden con las infligidas por leones, según experimentos forenses.
Las marcas de mordeduras confirman que el individuo era un gladiador, no simplemente un soldado o esclavo. El descubrimiento sugiere que los espectáculos violentos no eran exclusivos de Roma. Los investigadores creen que existió un anfiteatro en York, que albergaba eventos similares a los del Coliseo.
John Pearce del King's College de Londres señala que el hallazgo desmitifica nuestro pasado romano. David Jennings, director de York Archaeology, destaca la importancia de reinterpretar los hallazgos antiguos. La investigación indica que Britania estaba integrada en el mundo romano del espectáculo.