Un descubrimiento significativo en la antigua ciudad de Kish, ubicada en el actual Tell al-Uhaymir, Irak, ha revelado la Tableta de Kish, el texto escrito más antiguo conocido que data del período Uruk (c. 3500-3200 a.C.). Este artefacto presenta signos proto-cuneiformes, marcando una etapa crucial en la evolución de la escritura.
El proto-cuneiforme, que se origina en Mesopotamia, se caracteriza por pictogramas que representan ideas específicas en lugar de transcribir el lenguaje hablado. La Tableta de Kish sirve como un registro vital de actividades económicas, especialmente en producción, comercio y trabajo.
A pesar de los desafíos para descifrar el proto-cuneiforme, la tableta ofrece valiosos conocimientos sobre la transición de sistemas pictográficos a la escritura cuneiforme más compleja que surgió más tarde. Los símbolos cuneiformes estaban diseñados para correlacionarse con el lenguaje hablado, permitiendo la formación de palabras distintas.
El proceso de creación de estos símbolos implicaba impresionar en tabletas de arcilla blanda, que se endurecían rápidamente en el clima cálido de la región, asegurando su durabilidad durante milenios. La Tableta de Kish original se encuentra en el Museo de Irak en Bagdad, mientras que una copia de yeso está expuesta en el Museo Ashmolean de Oxford.