Arqueólogos han descubierto una tumba significativa bajo el icónico Khaznah, o Tesoro, en Petra, Jordania, revelando al menos 12 esqueletos humanos y artefactos que se estiman en más de 2000 años de antigüedad. El descubrimiento fue realizado por un equipo dirigido por el Dr. Pearce Paul Creasman, director ejecutivo del Centro Americano de Investigación, durante una expedición destinada a explorar los misterios que rodean al Tesoro.
Excavaciones anteriores en 2003 habían identificado dos tumbas en el lado izquierdo del monumento, pero la especulación sugería que podrían existir más debajo. Utilizando radar de penetración terrestre a principios de este año, el equipo de Creasman encontró similitudes notables entre los lados izquierdo y derecho del Tesoro, lo que les llevó a buscar permiso de excavación del gobierno jordano.
En agosto, con la asistencia de Josh Gates de la serie 'Expedition Unknown' del Discovery Channel, excavaron la tumba recién descubierta. A diferencia de muchas tumbas previamente encontradas vacías o perturbadas en Petra, esta cámara contenía esqueletos intactos y bienes funerarios hechos de bronce, hierro y cerámica, proporcionando una visión rara de la vida de los nabateos, una antigua civilización nómada árabe que prosperó desde el siglo IV a.C. hasta el 106 d.C.
Gates comentó: 'Este es un hallazgo extraordinariamente raro; nada similar se ha descubierto en dos siglos de exploración arqueológica en Petra.' Los artefactos de la tumba, incluido un esqueleto que sostiene un cáliz de cerámica que se asemeja al Santo Grial, subrayan aún más su importancia histórica.
La preservación de estos artefactos es encomiable, aunque los restos humanos son más frágiles de lo esperado, probablemente debido a la humedad y las inundaciones estacionales en Petra. Algunos esqueletos mostraron signos de moho, lo que indica las difíciles condiciones de su lugar de enterramiento.
Aunque en las últimas décadas se han encontrado pocas tumbas intactas en Petra, Creasman señaló que las perturbaciones a menudo provenían de viajeros que buscaban refugio en el desierto. Las tumbas descubiertas en 2003 contenían restos parciales, pero los detalles no fueron divulgados.
Creasman expresó su esperanza de que los estudios en curso revelen más sobre los individuos enterrados en esta tumba, incluidas sus conexiones y vidas diarias. El equipo planea datar los esqueletos y artefactos y extraer ADN para explorar vínculos familiares, junto con análisis dietéticos para comprender sus estilos de vida.
A medida que los investigadores continúan su trabajo, el descubrimiento promete enriquecer nuestra comprensión de la sociedad nabatea, que a menudo se describe como igualitaria, complicando la narrativa en torno a las prácticas funerarias y las jerarquías sociales.