Arqueólogos italianos hicieron un descubrimiento notable al explorar las profundidades del Lago Bolsena, desenterrando una pequeña figurita de arcilla que data de hace más de 3,000 años. El hallazgo tuvo lugar cerca del sitio del asentamiento prehistórico Gran Carro, donde buzos de la Oficina de Arqueología, Bellas Artes y Paisaje de Italia realizaban investigaciones subacuáticas.
Marco Rossi, el líder del equipo de buceo, describió el momento en que encontraron la figurita: "Fue un momento increíble. Cuando vimos la figurita, nos quedó claro que se trataba de un hallazgo excepcional. Su preservación tras tantos siglos bajo el agua es asombrosa." La figura del tamaño de una palma representa una forma femenina y proviene de la Edad de Hierro, específicamente entre los siglos X y IX a.C., una época en la que comenzaban a emerger los primeros estados urbanos italianos.
Lo que hace que este descubrimiento sea particularmente único son las huellas dactilares dejadas por su antiguo creador, que todavía son visibles en la superficie de la figurita. Lucia Bianchi, jefa del equipo de restauración, señaló: "Es como si momentáneamente hubiéramos tocado la mano de una persona que vivió hace miles de años." Un examen más detallado reveló que la figurita nunca fue terminada, proporcionando una rara visión de las técnicas de producción de la época.
Bianchi explicó: "Vemos señales claras de que la figurita fue en algún momento 'vestida' con tela. Hay una impresión de tela bajo el pecho, lo que sugiere que pudo haber tenido una función ritual, posiblemente como deidad doméstica o talismán protector." Este hallazgo ofrece una visión única de la vida de las primeras culturas italianas y plantea nuevas preguntas sobre sus prácticas rituales.
La ubicación del descubrimiento también sorprendió a los expertos. Antonio Mazzini, un arqueólogo, comentó: "Normalmente esperaríamos encontrar un objeto así en un sitio funerario. Sin embargo, fue encontrado en un área que alguna vez constituyó la parte residencial del asentamiento. Esto plantea preguntas intrigantes sobre su propósito y uso." Especuló que podría haber sido un altar doméstico o un objeto utilizado en rituales cotidianos, lo que indica que las prácticas religiosas estaban estrechamente entrelazadas con la vida cotidiana de las personas de la época.
Esta figurita de arcilla es parte de una investigación arqueológica más amplia en el sitio de Gran Carro cerca del Lago Bolsena, que ha permanecido desconocido durante mucho tiempo. "Hasta 1991, prácticamente no sabíamos de la existencia de este lugar. Solo entonces descubrimos que los montones de piedras aparentemente amorfas en el fondo del lago eran en realidad restos de una ocupación prehistórica," afirmaron los arqueólogos.
Desde entonces, han estado descubriendo gradualmente la fascinante historia de este lugar, aunque el progreso es lento ya que gran parte permanece sumergida. Rossi explicó: "Hemos encontrado restos de postes de madera y fragmentos de cerámica datados a principios de la Edad de Hierro aquí."
Los arqueólogos se han preguntado durante mucho tiempo qué llevó a los habitantes prehistóricos a establecerse en esta área. La geología proporciona la respuesta. El geólogo Marco Bianchi explicó: "Sabemos que Gran Carro se encuentra cerca de fuentes termales calientes. Estas fuentes, que alcanzan temperaturas de hasta 40 °C, eran de un valor inmenso para los habitantes de la época, ya que proporcionaban una fuente de calor, un medio de limpieza y probablemente también aplicaciones medicinales."