Willerslev, especialista en ADN antiguo, busca muestras biológicas en artefactos, incluso moldes de dinosaurios, para obtener proteínas. Recibió un premio científico del Consejo Cultural Mundial por sus avances en genética evolutiva, incluyendo la recuperación del genoma de un hombre antiguo en 2010 y la extracción de genes de 2.4 millones de años de Groenlandia, revelando un antiguo bosque ártico. Esta "revolución del ADN antiguo" utiliza equipos de alta velocidad en especímenes del pasado. El Instituto Globe almacena molares humanos, huesos del oído y núcleos de sedimentos para rastrear ecosistemas extintos. "Literalmente estamos caminando sobre ADN, tanto del presente como del pasado." Los investigadores pretenden utilizar el ADN antiguo para fines prácticos, como encontrar los orígenes de enfermedades modernas o modificar organismos. El centro de Willerslev recibió una subvención para incorporar ADN de plantas antiguas en cultivos para resistir el cambio climático. Brotes de cebada con genes de Groenlandia de 2 millones de años están creciendo en invernaderos. Willerslev pretende convertir la investigación del ADN antiguo en una herramienta para salvar el planeta, encontrando adaptaciones genéticas a eventos climáticos en regímenes climáticos pasados. Las primeras afirmaciones de extracción de ADN de un gorgojo de 120 millones de años en ámbar resultaron ser falsas debido a la contaminación. El ADN moderno es más abundante y degrada el ADN antiguo. Un equipo internacional recuperó ADN humano y animal de 25,000 años de antigüedad de la cueva de El Mirón en Cantabria, lo que respalda la idea de que la Península Ibérica fue un refugio glacial. El material genético se comparó con "La Dama Roja", una mujer de 19,000 años encontrada en la misma cueva, y con muestras de otros sitios. Las poblaciones humanas fueron "notablemente estables", según la Universidad de Cantabria. El estudio, publicado en Nature Communications, fue dirigido por Ana Marín Arroyo y Manuel González Morales. Identificó especies animales ausentes en el registro fósil, como el cuón (un tipo de perro salvaje), el mamut y la hiena. Los leopardos estaban relacionados con los del Cáucaso antes de la Edad de Hielo. González Morales destacó la conexión con el linaje Fournol, encontrado en otros sitios ibéricos y vinculado a los primeros humanos modernos en Europa. Este linaje persiste en La Dama Roja. Los hallazgos abren colaboraciones entre arqueología, arqueozoología y proteómica para comprender los cambios en las poblaciones animales y humanas y sus extinciones. Marín Arroyo enfatizó la calidad de conservación de la cueva y su relevancia para el estudio de las poblaciones humanas del Paleolítico Superior. El ADN antiguo, recuperado de restos conservados o sedimentos, proporciona información sobre la evolución, la diversidad genética y las relaciones entre especies y poblaciones del pasado. El ADN de los sedimentos revela especies sin restos fósiles.
ADN antiguo revela refugio climático y estabilidad genética en la Península Ibérica
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