Estudio vincula evolución de glóbulos rojos con extinción de Neandertales

Un estudio reciente revela que una rápida evolución en los glóbulos rojos entre los humanos modernos podría haber contribuido a la extinción de los neandertales. Los investigadores secuenciaron genomas de individuos que vivieron entre 120,000 y 20,000 años atrás, descubriendo que los neandertales tenían un grupo sanguíneo raro que podría ser fatal para sus recién nacidos. Este estudio fue publicado el 23 de enero en la revista Scientific Reports.

Los grupos sanguíneos se definen por proteínas y azúcares, conocidos como antígenos, en los glóbulos rojos. El sistema de tipificación sanguínea ABO clasifica la sangre en grupos A, B, AB y O. Los antígenos son reconocidos por el sistema inmunológico, y las incompatibilidades pueden desencadenar respuestas inmunitarias. El factor Rh clasifica aún más los tipos de sangre como positivos o negativos, lo que es crucial para las transfusiones de sangre.

Investigadores de la Universidad Aix-Marseille en Francia examinaron genomas antiguos para explorar la historia evolutiva de los neandertales, los denisovanos y los humanos modernos. El autor principal, Stéphane Mazières, señaló que los neandertales tenían un grupo sanguíneo Rh raro en humanos contemporáneos. Esta variante Rh, un tipo de antígeno RhD, era incompatible con las variantes encontradas en los denisovanos o en los primeros Homo sapiens.

Mazières afirmó: “En cualquier caso de consanguinidad de una hembra neandertal con un macho Homo sapiens o Denisova, existe un alto riesgo de enfermedad hemolítica del recién nacido.” Esta condición puede llevar a ictericia, anemia severa, daño cerebral y muerte, lo que podría haber contribuido al declive de la población neandertal.

Los humanos modernos tienen una presencia variable de la proteína Rh en sus glóbulos rojos, surgiendo complicaciones si una persona Rh negativa está embarazada de un feto Rh positivo. En esta situación, llamada incompatibilidad Rh, el sistema inmunológico de la persona embarazada puede crear anticuerpos y atacar los glóbulos rojos del feto, lo que lleva a la enfermedad hemolítica del recién nacido. El tratamiento actual para la incompatibilidad Rh implica la administración prenatal de inmunoglobulina, un anticuerpo fabricado en laboratorio, que evita que la persona embarazada produzca anticuerpos contra la sangre del feto, pero hace 100,000 años, este tipo de incompatibilidad sanguínea no podría haberse tratado.

Mazières y sus colegas encontraron que las variantes del gen Rh presentes en muchas personas hoy provienen de ancestros de Homo sapiens, quienes parecen haber evolucionado poco después de salir de África, posiblemente mientras vivían en la Meseta Persa. Los neandertales, en cambio, tenían variantes Rh compatibles entre sí, pero que permanecieron en gran medida sin cambios durante los últimos 80,000 años de su existencia.

Si bien el aislamiento general de los neandertales podría explicar por qué sus glóbulos rojos no evolucionaron mucho con el tiempo, aún hay preguntas sobre por qué los glóbulos rojos de los humanos tempranos se diversificaron tanto y tan rápidamente, en un lapso de al menos 15,000 años.

“Mi primera idea fue que se debió a una expansión demográfica”, dijo Mazières. “Luego, probablemente, los nuevos entornos de Eurasia pudieron haber ayudado a mantenerlos a lo largo de las generaciones.”

Esta investigación sobre las variaciones en los glóbulos rojos se alinea bien con estudios arqueológicos y genéticos, sugiriendo que nuevas líneas genéticas y nuevas industrias de herramientas de piedra surgieron en la Meseta Persa entre 70,000 y 45,000 años atrás. La falta de diversidad en los glóbulos rojos de los neandertales y los denisovanos durante el mismo período podría indicar consanguinidad y un declive en los números de población, lo que eventualmente llevó a la extinción de estos grupos.

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