Investigadores han descubierto que las supernovas, las muertes explosivas de estrellas masivas, son los aceleradores de partículas más potentes conocidos.
Estas explosiones estelares liberan una inmensa energía, actuando como laboratorios naturales para la física extrema. Las observaciones en radio, infrarrojo y rayos gamma confirman que las supernovas aceleran las partículas a velocidades cercanas a la de la luz.
Este descubrimiento tiene importantes implicaciones para la comprensión de la materia en condiciones extremas y podría remodelar los modelos de evolución estelar. Las partículas aceleradas por supernovas, que llegan a la Tierra como rayos cósmicos, ofrecen información sobre los campos magnéticos galácticos y la estructura del espacio. Estos aceleradores cósmicos brindan una oportunidad única para probar la relatividad y la física cuántica a escalas inalcanzables en la Tierra.