El 15 de enero de 2025, los científicos conmemoraron el centenario del descubrimiento de Edwin Hubble de la estrella variable cepheid V1 en la galaxia de Andrómeda, un momento crucial en la astronomía que transformó la comprensión humana del universo.
Ubicada a 2,2 millones de años luz, V1 tiene 1/100,000 de la luminosidad de la estrella más tenue visible a simple vista. La detección de esta estrella por parte de Hubble utilizando el telescopio Hooker de 100 pulgadas en el Observatorio de Mount Wilson en California en 1923 proporcionó la primera evidencia de que la Vía Láctea es solo una de innumerables galaxias.
Antes de los hallazgos de Hubble, muchos astrónomos creían que la Vía Láctea abarcaba la totalidad del universo. El descubrimiento de Hubble demostró lo contrario, revelando la vastedad del espacio y dando lugar al nacimiento de la cosmología moderna. Su observación indicó que el universo se está expandiendo, un concepto que más tarde se formalizó en la ley de Hubble-Lemaître, que correlaciona la distancia de las galaxias con su corrimiento al rojo.
El trabajo de Hubble sentó las bases para el Telescopio Espacial Hubble, que desde entonces ha ampliado nuestro conocimiento del cosmos al observar galaxias a más de diez veces la distancia que Hubble podía ver. Los hallazgos del telescopio han confirmado que la expansión del universo se está acelerando, un fenómeno atribuido a la energía oscura.
A medida que los astrónomos continúan explorando las implicaciones del legado de Hubble, el próximo Telescopio Espacial Roman de la NASA tiene como objetivo profundizar nuestra comprensión de la materia oscura y la energía oscura, potencialmente refinando las mediciones de la constante de Hubble.
La primera observación de V1 por Hubble abrió una caja de Pandora de misterios cósmicos, alterando fundamentalmente nuestra percepción del lugar de la humanidad en el universo.