El 1 de julio de 2025, un poderoso sistema de baja presión, descrito como un "ciclón bomba", causó importantes interrupciones en las operaciones de vuelo en los principales aeropuertos australianos. El clima severo, caracterizado por fuertes lluvias y vientos, provocó retrasos y cancelaciones generalizadas, afectando particularmente a los vuelos domésticos.
El Aeropuerto Kingsford Smith de Sídney experimentó 178 retrasos y 29 cancelaciones, con Qantas y Jetstar siendo las más afectadas. El Aeropuerto Tullamarine de Melbourne sufrió 147 retrasos y 15 cancelaciones, principalmente en operaciones domésticas. El Aeropuerto de Brisbane reportó las interrupciones más severas, con 253 retrasos y 17 cancelaciones, impactando fuertemente los vuelos de Virgin Australia y Jetstar.
El Aeropuerto Internacional de Perth tuvo 81 retrasos y 1 cancelación, mientras que el Aeropuerto Internacional de Adelaida registró 35 retrasos y 2 cancelaciones. Las aerolíneas emitieron avisos de viaje, ofreciendo re-reservas gratuitas y fechas de viaje flexibles. La Autoridad de Seguridad de la Aviación Civil (CASA) aconsejó a los pasajeros que monitorearan los avisos de las aerolíneas y que permitieran tiempo adicional para viajar.
Nota del editor: Eventos climáticos similares, aunque de menor escala, pueden afectar los vuelos en la región. Por ejemplo, las tormentas en el Caribe o las fuertes lluvias en la temporada de huracanes pueden causar retrasos y cancelaciones. Se recomienda a los viajeros que consulten con sus aerolíneas para obtener la información más reciente sobre sus vuelos.