El norte de China se encuentra lidiando con severas inundaciones tras intensas precipitaciones, que han cobrado la vida de al menos 13 personas, con varias más aún desaparecidas. La ciudad de Ordos, en Mongolia Interior, ha sido particularmente golpeada, donde los equipos de rescate recuperaron tres cuerpos de las aguas crecidas. La preocupación persiste por tres personas desaparecidas cerca del río Amarillo, a unos 70 kilómetros de distancia.
El distrito afectado registró más de 204 milímetros de lluvia en menos de un día, una cantidad que supera el doble del promedio para el mes de agosto. Este evento climático extremo se produce tras un período de lluvias sin precedentes en Hong Kong a principios de agosto, que vio caer más de 350 milímetros, causando interrupciones generalizadas.
En respuesta a la creciente crisis, el gobierno chino ha destinado más de mil millones de yuanes (aproximadamente 139 millones de dólares) para apoyar los esfuerzos de recuperación. Estos fondos se destinarán a la replantación, el drenaje de tierras agrícolas y la reparación de infraestructuras en regiones como Mongolia Interior. El gobierno central ha anunciado la asignación de 430 millones de yuanes (59.9 millones de dólares) adicionales en fondos de ayuda de emergencia, elevando el presupuesto total de ayuda por desastres para 2024 a al menos 5.8 mil millones de yuanes.
Históricamente, la región del río Amarillo ha sido propensa a inundaciones devastadoras, como la de 1887, que causó la muerte de un estimado de 930,000 a 2 millones de personas, y la de 1938, un evento provocado por el hombre que resultó en cientos de miles de muertes. Los expertos vinculan estos patrones climáticos cada vez más intensos a los efectos del cambio climático, lo que supone un desafío considerable para las autoridades.
La región de Mongolia Interior es un importante centro de producción de granos y aceite, así como un centro de cría y procesamiento de ganado. Las pérdidas en las tierras de cultivo y la infraestructura son significativas, lo que pone en peligro los medios de vida locales y la estabilidad del suministro de alimentos. Mongolia Interior ha experimentado lluvias continuas desde el 23 de julio, afectando a algunas áreas con inundaciones.