Un análisis reciente de granos de hielo eyectados por Encélado, la luna de Saturno, ha revelado la presencia de moléculas orgánicas complejas, lo que refuerza la teoría de que su océano subsuperficial podría albergar condiciones propicias para la vida extraterrestre. El estudio, publicado el 1 de octubre de 2023, se basa en datos de la misión Cassini, que recogió muestras de hielo en 2008. Estos granos, expulsados a través de géiseres en el Polo Sur de Encélado, contienen precursores de aminoácidos, sugiriendo que estas moléculas se originan en el océano de la luna y no son meros productos de la exposición a la radiación espacial.
Encélado, una luna de aproximadamente 500 kilómetros de diámetro, es objeto de un intenso interés científico. A pesar de su apariencia helada, oculta un vasto océano de agua salada bajo su corteza. Los géiseres que emanan de su Polo Sur ofrecen una ventana única a este mundo interior, permitiendo a misiones como Cassini analizar su composición. El descubrimiento de estas moléculas orgánicas complejas es significativo, ya que son los componentes básicos de la vida tal como la conocemos en la Tierra.
La presencia de compuestos nitrogenados y oxigenados, así como de estructuras moleculares anulares, indica que en Encélado se están produciendo reacciones químicas complejas. Estos hallazgos complementan descubrimientos anteriores de moléculas orgánicas más grandes y complejas, sugiriendo un entorno químicamente activo en el océano de la luna. La Agencia Espacial Europea (ESA) está considerando seriamente una misión para aterrizar en Encélado y buscar directamente signos de vida, lo que posicionaría a Europa a la vanguardia de la exploración del sistema solar.
El científico Franck Potsberg enfatiza que las moléculas encontradas en el material recién eyectado demuestran su origen en el océano de Encélado. Por su parte, la astroquímica Caroline Freissinet señala cómo las nuevas tecnologías, incluyendo la inteligencia artificial, permiten reinterpretar datos de misiones pasadas, abriendo nuevas perspectivas. La ESA planea una misión ambiciosa que incluiría un orbitador y un módulo de aterrizaje. Esta misión buscaría no solo confirmar la presencia de vida, sino también avanzar en tecnologías clave para la exploración espacial en entornos extremos. «Estos resultados aumentan aún más el potencial de habitabilidad», dijo Nozair Khawaja, autor principal del estudio, «y refuerzan la necesidad de una nueva misión». Añadió: «Estamos seguros de que estas moléculas provienen del océano subsuperficial de Encélado, lo que aumenta su potencial de habitabilidad». Estos descubrimientos consolidan a Encélado como uno de los objetivos más prometedores en la búsqueda de vida extraterrestre, junto con Europa, la luna de Júpiter.