El 13 de octubre de 2025 se consolidó como una fecha trascendental para la evolución de la robótica marina y la navegación autónoma. Reach Subsea, la compañía pionera en soluciones submarinas, anunció oficialmente que su innovador buque de superficie no tripulado (USV), bautizado como Reach Remote 1, ha recibido la aprobación definitiva por parte de las autoridades marítimas de Noruega. Esta crucial autorización permite al USV operar de manera totalmente remota, eliminando la necesidad de contar con un buque de apoyo o de acompañamiento. Este permiso representa un paso monumental en el camino hacia la plena certificación y aceptación de los sistemas marítimos autónomos a nivel global.
La obtención de este permiso operativo no fue un proceso sencillo, sino que implicó rigurosas evaluaciones. La resolución final fue emitida con la participación directa y la confirmación técnica de DNV, una de las principales sociedades de clasificación del mundo. Este aval técnico robustece la confianza en la seguridad del sistema y permite a Reach Subsea avanzar hacia la etapa conclusiva de la certificación completa. Un aspecto que distingue al Reach Remote 1 es que se convierte en el primer USV de su clase en el mundo que integra un Vehículo Operado Remotamente (ROV) de Clase de Trabajo (Work Class ROV) y que logra obtener una autorización de esta naturaleza para operar sin supervisión directa.
La confianza de las autoridades se basa en un historial probado. Desde el mes de abril de 2025, la embarcación ha estado realizando operaciones piloto en modo remoto, aunque inicialmente bajo la supervisión de un buque de apoyo. Estas pruebas se desarrollaron exitosamente en el campo Ormen Lange para la compañía Shell. Durante este periodo de rodaje intensivo, el USV demostró consistentemente que sus niveles de seguridad operacional y su conciencia situacional son comparables, e incluso superiores, a los que se esperan de los buques tripulados tradicionales.
La integración de un ROV de Clase de Trabajo no es un detalle menor; es lo que transforma al USV en una plataforma de servicio completo. Esta capacidad técnica dota al Reach Remote 1 de la funcionalidad necesaria para ejecutar tareas complejas en entornos offshore. Dichas tareas incluyen la inspección detallada de infraestructuras submarinas, el mantenimiento preventivo y correctivo, y la intervención directa en equipos marinos esenciales, posicionándolo como una solución integral y eficiente para las demandas del sector energético y de infraestructura.
En paralelo a los logros regulatorios, Reach Subsea ha asegurado el capital necesario para la expansión de su flota autónoma. La empresa obtuvo una significativa financiación de 14,3 millones de euros (€14,3 millones) proporcionada por la Unión Europea. Este respaldo financiero es crucial, ya que permitirá a la compañía acelerar drásticamente el desarrollo y la escalabilidad de su ambicioso programa de buques autónomos, proyectando un futuro donde las operaciones remotas sean la norma.
Esta decisión de las autoridades noruegas trasciende el éxito corporativo de Reach Subsea. El permiso para operar sin acompañamiento establece un precedente fundamental y tiene un impacto doblemente positivo: por un lado, impulsa la sostenibilidad de los servicios offshore al reducir la huella de carbono y los riesgos humanos; por otro lado, contribuye decisivamente a la maduración del marco normativo internacional necesario para regular la navegación autónoma en la industria marítima global.
Puntos Clave del Avance
La autorización de las autoridades marítimas noruegas, emitida el 13 de octubre de 2025, permite al Reach Remote 1 operar de forma independiente, sin la necesidad de un buque de apoyo.
DNV actuó como socio técnico y organismo verificador, lo que refuerza la confianza en la seguridad y fiabilidad del nuevo régimen operativo.
La integración del ROV de trabajo convierte al USV en una herramienta completa para tareas offshore, abarcando la inspección, el mantenimiento y la supervisión de equipos marinos.
La fase piloto, iniciada en abril de 2025, demostró que la embarcación es capaz de mantener niveles de seguridad equiparables a los de los buques con tripulación.
La financiación de la UE, cifrada en 14,3 millones de euros, permite a Reach Subsea acelerar el desarrollo y la ampliación del proyecto de buques autónomos.