HTC-PAO: El Nuevo Sorbente con la "Geometría Nacida del Agua"

Editado por: Inna Horoshkina One

Una molécula puede cambiar el futuro: amidoxime, el océano y la ciencia, trabajando en armonía con la naturaleza.

A veces, la ciencia nos regala creaciones que parecen haber existido siempre en la naturaleza. Llega un punto en el que uno se da cuenta de que hay descubrimientos que suenan a que el planeta ha estado esperando pacientemente a que recordemos su lenguaje de formas.

De esta manera surge el HTC-PAO, un nuevo material absorbente diseñado para extraer uranio del agua de mar. Su concepción se basa en un principio que nuestro planeta ha estado utilizando durante miles de millones de años: la estructura de panal o celda.

La esencia del descubrimiento

Los investigadores han logrado desarrollar un material con un grosor de 10 mm, lo cual le confiere una robustez muy superior a las películas delgadas previas, las cuales solían romperse ante la primera corriente oceánica. Esta solidez es un avance significativo.

Sin embargo, lo verdaderamente revolucionario es su geometría.

El HTC-PAO incorpora un sistema de canales triple:

  • Los canales de mayor tamaño se encargan de conducir el flujo principal.

  • Los canales transversales tienen la función de disipar la energía.

  • Los microporos son los encargados de atrapar el uranio, como si supieran exactamente qué deben retener.

  • El resultado obtenido es un hito: se han capturado 14,69 mg/g de uranio en tan solo 35 días utilizando agua de mar natural. Esta cifra supera con creces el rendimiento de cualquier material desarrollado anteriormente.

    El océano como archivo energético planetario

    En las aguas marinas se encuentran disueltos unos 4,5 mil millones de toneladas de uranio, una cantidad mil veces superior a la existente en los yacimientos terrestres. A pesar de esta vasta reserva, su concentración es mínima, apenas tres milmillonésimas partes. Es como buscar oro en el aliento del océano.

    No obstante, si logramos dominar la recolección de estos “rastros energéticos”, la humanidad obtendría beneficios sustanciales:

    • Un suministro de combustible estable y duradero.

  • Menor presión sobre los recursos terrestres.

  • Una nueva vía hacia el futuro energético global.

  • Un mundo que avanza en sintonía

    A nivel mundial, se están llevando a cabo investigaciones paralelas en esta misma dirección. Por ejemplo:

    • China está desarrollando materiales como el PAF-144-AO y el DAE-MOF, los cuales ya han demostrado una alta selectividad y capacidad operativa en entornos marinos.

  • Rusia está utilizando sincrotrones para investigar las formas químicas del uranio, buscando métodos innovadores para la purificación del agua.

  • La Corporación Nuclear Estatal de China tiene previsto inaugurar grandes instalaciones para la extracción de uranio oceánico para el año 2050. Estos ya no son meros experimentos de laboratorio; son pasos firmes hacia la realidad industrial.

  • La conexión profunda: por qué la estructura es clave

    Las celdas del HTC-PAO no son solo un logro de la ingeniería; representan la geometría fractal que observamos constantemente en la naturaleza:

    • En las colmenas de las abejas.

  • En las formaciones de los arrecifes de coral.

  • En las redes cristalinas de los minerales.

  • Los científicos, en el año 2025, descubrieron que el empaquetamiento del ADN dentro de la célula no es aleatorio, sino jerárquico: centro, zona funcional y cubierta exterior. El HTC-PAO se organiza de manera similar: canales grandes que distribuyen el flujo; canales intermedios que guían el movimiento de la sustancia; y poros minúsculos que capturan el uranio. Es una coincidencia fascinante de principios, desde los nanómetros del ADN hasta los milímetros del nuevo material.

  • ¿Qué ha aportado este hallazgo al discurso planetario?

    El HTC-PAO nos recuerda que las estructuras más eficientes son aquellas que respetan el lenguaje de la naturaleza. Ha añadido al ritmo del mundo:

    • Una nueva esperanza para el sector energético, promoviendo un enfoque donde la energía se obtiene mediante la colaboración y no la confrontación, y reafirmando que la sostenibilidad es una forma de respeto por los procesos naturales.

  • La comprensión de que el océano debe ser visto como un socio, no solo como un recurso.

  • La ciencia del mañana reside en la armonía, donde las ideas humanas se integran tan naturalmente en las líneas de la Tierra como un patrón se une al diseño general del cosmos.

  • Y en ese espacio intermedio entre las celdas del nuevo material y los fractales del empaquetamiento del genoma humano, surge una pregunta silenciosa: si las estructuras se repiten en todos los niveles, ¿significa esto que el mundo nos está hablando en un único idioma?

    Fuentes

    • Nature

    • ResearchGate

    • ResearchGate

    • ResearchGate

    • American Nuclear Society

    • ResearchGate

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