Los científicos reconocen cada vez más el papel crucial de los ecosistemas saludables para fortalecer la resiliencia de las islas atolón frente al aumento del nivel del mar. Estas islas, hábitats vitales para diversas especies y culturas humanas, dependen de procesos naturales prósperos para resistir los impactos del cambio climático.
Las islas atolón están formadas por sedimentos producidos por la vida marina, incluidos los corales y las algas. La investigación indica que los ecosistemas saludables en las islas y en las aguas circundantes son cruciales para su supervivencia. La restauración de los arrecifes de coral y los bosques nativos son soluciones clave basadas en la naturaleza. Los esfuerzos incluyen la recuperación del hábitat de las aves marinas, ya que el guano de las aves marinas enriquece los arrecifes e impulsa la producción de sedimentos.
Los conservacionistas participan activamente en proyectos de recuperación para mejorar la resiliencia en 2025. En las Maldivas, las asociaciones se centran en la creación de refugios seguros para las aves y el restablecimiento de la conexión ecológica entre la tierra y el océano. Proyectos similares están en marcha en las Islas Marshall, centrándose en la erradicación de ratas invasoras para permitir que las poblaciones de aves marinas se recuperen y revitalicen el flujo de nutrientes a las islas. Estos enfoques holísticos tienen como objetivo asegurar el futuro de estas islas vulnerables fomentando ecosistemas más resilientes capaces de resistir los desafíos del aumento del nivel del mar.