La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha reconocido el cultivo de yerba mate en el sur de Brasil como un Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM) el 21 de mayo de 2025. Esta designación destaca las prácticas agroforestales sostenibles que prevalecen en los bosques de Araucaria de Paraná.
Este sistema de plantación tradicional, que se remonta a más de cinco siglos, se celebra por su gestión forestal sostenible y la preservación de la continuidad cultural. Mejora la biodiversidad, refuerza la soberanía alimentaria y consolida la identidad cultural, al tiempo que conserva el bosque de Araucaria, una especie en peligro de extinción.
El cultivo de yerba mate apoya a más de 100 especies de plantas, promoviendo el equilibrio ecológico y ofreciendo recursos para el uso humano. La comercialización de la yerba mate, facilitada en gran medida por las cooperativas, proporciona empleo en las zonas rurales e integra a los productores en las cadenas de valor regionales y nacionales.