Atlixco, un "Pueblo Mágico" en Puebla, México, es reconocido por sus exhibiciones florales durante todo el año, creando una atmósfera vibrante y aromática que recuerda a una primavera perpetua. Ubicado al pie del volcán Popocatépetl, el pueblo ofrece una experiencia sensorial única.
Las calles empedradas están adornadas con flores, y el paisaje permanece verde durante todo el año. El clima templado fomenta el cultivo de plantas ornamentales, árboles frutales y una flora diversa, llenando el ambiente de vida.
También conocido como Atlixco de las Flores, el pueblo cuenta con ricos recursos culturales y naturales, lo que lo convierte en un destino imperdible para quienes buscan escapar de la vida urbana.
Desde las alturas del Cerro de San Miguel o una terraza central, el volcán Popocatépetl es visible, agregando un carácter especial al paisaje de Atlixco.
Atlixco es ideal para explorar a pie, descubriendo sus rincones históricos, religiosos y naturales. Los visitantes pueden disfrutar de spas como Las Palmas, practicar senderismo, visitar cascadas cercanas o relajarse en las áreas verdes del Parque Ayoa.
El pueblo también es un gran lugar para probar helados artesanales o degustar el tradicional chileatole. Incorporado al programa federal en 2015, la historia de Atlixco se remonta a siglos antes de la conquista, jugando un papel clave en la resistencia antes de la Batalla de Puebla en 1862.
Para otro destino floral en Puebla, Huauchinango y Tenango de las Flores ofrecen una combinación perfecta de naturaleza y tradición. Huauchinango, ubicado en la Sierra Norte, es famoso por sus ríos, cascadas y eventos de ecoturismo.
Tenango es conocido por su producción de flores, especialmente durante la Feria de las Flores, que llena la región de color y aromas cada año. Aquí, también se pueden encontrar artesanías únicas, platos regionales y un ambiente impregnado de historia otomí y náhuatl.