Investigadores de la Universidad de Coimbra han descubierto un fósil de una nueva especie de helecho, llamada Acitheca machadoi, en Anadia, Aveiro, Portugal. Este notable hallazgo, que data de hace 300 millones de años, presenta esporangios preservados en tres dimensiones con esporas aún en su lugar, proporcionando información vital sobre la vida vegetal antigua y las condiciones climáticas.
El fósil pertenece a la extinta familia Psaroniaceae y se caracteriza por sus esporangios alargados. El descubrimiento fue realizado en las formaciones geológicas de Anadia por el equipo del Centro de Geociencias (CGEO), liderado por el paleobotánico Pedro Correia.
Notablemente, Acitheca machadoi está dedicado a Gil Machado, un especialista en palinología paleozoica, que ha estudiado extensamente la estratigrafía de la Cuenca Carbonífera de Buçaco, donde se encontró el fósil. Esta preservación excepcional es rara en el registro fósil, particularmente dentro del período carbonífero.
La coautora Sofia Pereira sugiere que el pequeño tamaño de los esporangios puede indicar adaptaciones a condiciones más secas durante el período carbonífero. Esto refleja una tendencia más amplia de cambio climático, marcando la transición de condiciones húmedas a secas que comenzó en esta era geológica.
Con menos de diez especies conocidas en todo el mundo, el descubrimiento de Acitheca machadoi en Portugal plantea preguntas sobre la posible subestimación de su diversidad a nivel mundial. Los hallazgos fueron publicados en la revista Review of Palaeobotany and Palynology.