En la región Magdalena Medio de Santander, Colombia, se ha formado una coalición para proteger la vida silvestre, especialmente el jaguar en peligro, de accidentes vehiculares causados por nuevas construcciones de carreteras.
El desarrollo de carreteras 4G ha interrumpido hábitats naturales, lo que ha llevado a un aumento significativo en las muertes de animales. Según Ana María Botero, líder técnica de la Fundación Cuidar La Tierra, más de 14,600 hectáreas de ecosistemas han sido aisladas por estas carreteras, resultando en numerosas muertes de vida silvestre a pesar de la instalación de cruces para la fauna.
Esta área ha sido apodada 'El Triángulo de la Muerte' debido al alto número de muertes de animales en la intersección de las principales carreteras. El 29 de noviembre, coincidiendo con el Día Internacional del Jaguar, autoridades, ONG y empresas locales se reunieron en la finca San Isidro de Barrancabermeja para establecer una alianza destinada a conservar las poblaciones de jaguares.
La iniciativa, denominada 'El Triángulo de la Vida', implicará acciones como la restauración de bosques, educación ambiental y mitigación de conflictos entre humanos y depredadores. Además, se han activado mecanismos de financiación para monitorear jaguares y sus presas.
Los actores locales, incluido Gustavo Gutiérrez de Agroinversiones Ipacarai, también se han comprometido a crear la Estación Biológica Jaguar en San Isidro. Esta instalación servirá como un centro para monitorear las poblaciones de jaguares, promover la producción sostenible y proteger el hábitat de los felinos.
Las acciones incluirán la protección de las franjas hídricas, la prohibición de caza y pesca, y la capacitación de los trabajadores de la finca para que se conviertan en protectores de la especie jaguar, asegurando así la preservación de este ecosistema crítico.