La Expedición de la Gran Espina de África, liderada por el explorador de National Geographic Steve Boyes, ha realizado descubrimientos revolucionarios sobre los recursos hídricos y la biodiversidad de África. Esta expedición se centra en las Tierras Altas de Angola, de donde provienen muchos de los grandes ríos de África, proporcionando seguridad hídrica a casi 500 millones de personas.
Durante un viaje de cinco semanas a lo largo del río Cassai, un afluente importante del río Congo, el equipo descubrió que el río Munhango aporta casi el doble de agua al Cassai de lo que se pensaba anteriormente. Esta revelación destaca la importancia de la Torre de Agua de las Tierras Altas de Angola, que contiene 423 kilómetros cúbicos de agua, crucial para sustentar la vida río abajo.
La expedición también documentó 143 nuevas especies para la ciencia, mostrando la rica biodiversidad de la región. Boyes enfatizó la importancia de estos hallazgos, afirmando: 'Estas son las bases fluviales más detalladas que se han realizado, por lo que en 50 años, los científicos podrán hacer comparaciones.'
A pesar de enfrentar desafíos como navegar por áreas llenas de minas y fauna peligrosa, el equipo logró recopilar datos ecológicos vitales. Su trabajo es fundamental para informar a los gobiernos sobre el uso sostenible del agua y los esfuerzos de conservación frente al cambio climático.
Boyes se mantiene optimista sobre la resiliencia de África, afirmando que las torres de agua del continente pueden ser protegidas para mitigar los impactos del cambio climático. Esta expedición no solo destaca la importancia ecológica de las Tierras Altas de Angola, sino que también refuerza la urgente necesidad de esfuerzos de conservación global.