Durante la instalación de un gasoducto en Lima, trabajadores desenterraron una tumba prehispánica que contenía los restos de una persona adulta, envueltos en tejidos funerarios, acompañados de cerámica y otros artefactos. Este hallazgo se atribuye a la cultura Chancay, una civilización que floreció en la costa central del Perú entre los años 1000 y 1470 d.C.
La tumba fue encontrada en una calle residencial, a pocos metros de una vivienda, lo que sugiere la existencia de un cementerio prehispánico en la zona. Este descubrimiento se suma a otros realizados en el área, incluyendo el hallazgo de una mujer momificada de más de 900 años en junio de 2025, indicando la posible presencia de un cementerio prehispánico en la región.
La cultura Chancay es conocida por su habilidad en textiles, cerámica y su economía basada en la pesca. Los artefactos encontrados en la tumba, como cántaros tricolores y botellas de cerámica con decoraciones geométricas, reflejan la riqueza cultural y artística de esta civilización. Además, se hallaron mates de calabaza con restos de crustáceos, lo que sugiere prácticas funerarias vinculadas al mar.
Este hallazgo resalta la importancia de la arqueología preventiva en proyectos de infraestructura, permitiendo la preservación y estudio del patrimonio cultural que yace bajo las áreas urbanas. Lima, con más de 400 sitios arqueológicos, es un testimonio de la continua presencia del pasado en el presente, y descubrimientos como este nos invitan a reflexionar sobre la conexión entre el pasado y el presente, y sobre cómo la historia sigue viva en cada rincón de nuestra ciudad.