Un equipo internacional de científicos ha identificado enormes acuíferos de agua dulce previamente inexplorados bajo el lecho del océano Atlántico, un hallazgo publicado en 2025 que ofrece un rayo de esperanza ante la creciente escasez de agua a nivel mundial. Las Naciones Unidas proyectan que para 2030, la demanda de agua superará la oferta en un 40%. La Expedición 501, que se extendió de mayo a julio de 2025, se centró en perforaciones a casi 400 metros de profundidad cerca de Cape Cod, Estados Unidos, utilizando tecnología avanzada similar a la empleada en la industria petrolera. Los investigadores extrajeron miles de litros de agua con una salinidad notablemente baja, estimada en torno a las 4 partes por mil, significativamente inferior al agua de mar y viable para el consumo humano tras un tratamiento adecuado.
Las estimaciones preliminares sugieren que estas reservas submarinas podrían abastecer a la ciudad de Nueva York durante siglos. El geofísico Brandon Dugan, de la Colorado School of Mines y figura clave en la misión, describió el hallazgo como la localización de agua dulce en "uno de los últimos lugares en la Tierra donde podría encontrarse". Este vasto reservorio, que se extiende desde Nueva Jersey hasta Maine, contiene aproximadamente 2.800 kilómetros cúbicos de agua dulce. Investigaciones previas, como las de Woods Hole y Lamont-Doherty en 2015, ya habían indicado la existencia de un "enorme sistema acuífero marino" en la región, pero la Expedición 501 es la primera en realizar un muestreo sistemático y directo del lecho marino.
El potencial de este descubrimiento es inmenso, pero también plantea interrogantes sobre la viabilidad técnica, ambiental y legal de su extracción y distribución. Expertos como Jocelyne DiRuggiero, bióloga de la Universidad Johns Hopkins, advierten que el agua podría contener minerales indeseables tras su filtración a través de los sedimentos, similar a lo que ocurre con los acuíferos terrestres que requieren tratamiento. La gestión de este recurso, su extracción sin afectar los ecosistemas marinos y la comparación de su costo-efectividad frente a la desalinización son aspectos cruciales a considerar. Este hallazgo impulsa la investigación sobre la existencia de depósitos similares en otras costas del mundo, subrayando la urgencia de explorar fuentes alternativas ante el agotamiento de los recursos hídricos terrestres.