Un excepcional hallazgo arqueológico en la Ciudad de David de Jerusalén ha revelado una rara moneda de oro que presenta a la Reina Berenice II de Egipto, ofreciendo una nueva perspectiva sobre el papel de la ciudad durante el período helenístico.
La moneda, un cuarto de dracma acuñado en oro casi puro, data de hace aproximadamente 2.200 años, entre el 246 y el 241 a.C., durante el reinado de Ptolomeo III, esposo de Berenice. Este descubrimiento es particularmente significativo ya que es una de las aproximadamente veinte monedas de este tipo conocidas a nivel mundial, y hasta ahora, todas habían sido encontradas en Egipto. Su hallazgo en Jerusalén establece una conexión tangible entre el mundo ptolemaico y la ciudad, desafiando visiones previas que consideraban a Jerusalén como un asentamiento menor tras la destrucción del Primer Templo.
La moneda exhibe en su anverso la imagen de Berenice, ataviada con diadema, velo y collar, símbolos de la majestuosidad helenística. El reverso muestra una cornucopia, emblema de prosperidad, flanqueada por estrellas, con la inscripción griega "de la Reina Berenice". El título "Basilisses" ("de la Reina") es notable, siendo una de las primeras instancias en que una reina ptolemaica es reconocida oficialmente por derecho propio, lo que subraya la considerable influencia política de Berenice.
La moneda fue descubierta por la excavadora Rivka Langler durante un tamizado rutinario de tierra en el sitio de Givati. Los académicos sugieren que la moneda fue acuñada en Alejandría y pudo haber sido parte de una serie distribuida a soldados que regresaban de la Tercera Guerra Siria (246-241 a.C.), un conflicto clave entre el Reino Ptolemaico de Egipto y el Imperio Seléucida. La conexión con Berenice II es relevante para la historia judía, dado que la dinastía seléucida posterior produjo a Antíoco IV Epífanes, conocido por su persecución del judaísmo y la profanación del Templo, eventos que desencadenaron la Revuelta de los Macabeos.
Los doctores Robert Kool, jefe de Numismática de la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA), y Haim Gitler, curador jefe de Arqueología del Museo de Israel, destacaron la singularidad e importancia del hallazgo, señalando que es la primera vez que una moneda de este tipo se encuentra en una excavación científica, proporcionando evidencia crucial de los vínculos de Jerusalén con el mundo helenístico. Yiftah Shalev, director de la excavación de Givati, afirmó que el descubrimiento contradice las suposiciones previas sobre la debilidad de Jerusalén durante los períodos persa y helenístico temprano, indicando que la ciudad ya estaba en proceso de revitalización y crecimiento bajo el dominio ptolemaico, conectándose con las redes políticas y económicas regionales.
El Ministro de Patrimonio de Israel, Amihai Eliyahu, comentó que Jerusalén sigue sorprendiendo y que la moneda ilumina un capítulo crítico de su historia. La moneda de oro de Berenice II se exhibirá públicamente por primera vez a principios de septiembre en la Conferencia Anual de Investigación de la Ciudad de David, junto con otros artefactos de oro descubiertos en el mismo sitio de excavación.